• Internacional

• redaccion jr
• 25 septiembre 2024

Las ciudades de todo el mundo representan casi el 75% de nuestras emisiones totales de carbono. A medida que los países avanzan hacia el cumplimiento de sus promesas de un futuro con cero emisiones netas, las zonas urbanas seguirán siendo el campo de acción durante las próximas décadas. Si bien el transporte y los edificios son los principales impulsores de las emisiones en las ciudades, la proporción de emisiones individuales es significativa, en torno al 40%.

En los últimos cinco a siete años se han producido avances significativos en los ámbitos social, medioambiental y tecnológico que podrían ayudar a hacer realidad las iniciativas "My Carbon" para dar forma al futuro hacia ciudades inteligentes y sostenibles. En concreto, mencionar tres novedades en este contexto:

Responsabilidad Social Post-COVID-19: La pandemia demostró que la sociedad puede adaptarse a restricciones significativas por el bien común. Este espíritu de responsabilidad social es crucial para el éxito de “My Carbon”, que busca involucrar a los ciudadanos en la reducción de su huella de carbono.

Tecnologías de la Cuarta Revolución Industrial: Avances en IA, blockchain y digitalización permiten rastrear las emisiones personales y ofrecer asesoramiento sobre opciones de consumo más sostenibles. Aplicaciones como Svalna ya están ayudando a las personas a tomar decisiones informadas sobre su consumo energético.

Conciencia y Propiedad Ambiental: La creciente preocupación por el cambio climático, especialmente entre los jóvenes, es un motor poderoso para el cambio. Encuestas recientes muestran que una mayoría significativa está dispuesta a modificar su estilo de vida para combatir el calentamiento global.

Para que “My Carbon” tenga éxito, es esencial una colaboración entre el sector público y privado, apoyada por políticas inclusivas y justas. Solo así podremos avanzar hacia ciudades verdaderamente sostenibles, donde cada ciudadano tenga un papel activo en la protección del planeta.