La Secretaría de Cultura, el INAH y la comunidad desarrollan acciones en torno al Templo de Santiago Apóstol, en Nurio, Michoacán
Los trabajos de recuperación han iniciado, entre ellos hay labores de inspección, retiro controlado de restos calcinados y documentación preliminar sobre los objetos litúrgicos, para elaboración de dictámenes técnicos
La secretaria de Cultura del Gobierno de México, Alejandra Frausto Guerrero, se reunió este martes 29 de junio con integrantes de la comunidad de Nurio, municipio de Paracho, Michoacán, donde se alcanzaron distintos acuerdos para la recuperación del Templo de Santiago Apóstol, ubicado en esa comunidad purépecha y afectado por un incendio ocurrido el 7 de marzo de 2021.
En una mesa de trabajo con el Concejo Comunal, se expusieron ideas y se llegaron a distintos acuerdos, entre ellos, que la comunidad participará de forma directa en la recuperación del inmueble, así como de iniciar labores preventivas en la Capilla de la Inmaculada Concepción.
“No hay cultura sin comunidad ni comunidad sin cultura, por ello, realizamos una mesa de trabajo con el Concejo Comunal de Nurio, escuchamos y recabamos acuerdos por el bien común. Estas manos recuperarán su patrimonio histórico”, comentó la secretaria Alejandra Frausto Guerrero.
El templo, considerado de gran valor para la comunidad, inició su construcción en la primera mitad del siglo XVII y, posteriormente, fue objeto de trabajos de reedificación. De acuerdo con las primeras valoraciones, en el incendio de marzo pasado, del inmueble se perdió la techumbre y solo quedaron en pie los muros de piedra y lodo con huinumo (hoja de pino), así como la portada de cantera, en cuyo friso está consignado el año 1639.
Desde el primer momento, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Centro Michoacán del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), inició las labores de inspección en torno al Templo de Santiago Apóstol, el retiro controlado y documentado de los restos calcinados, registro preliminar de objetos litúrgicos que fueron recuperados por acción de la comunidad, así como la investigación en fuentes documentales para reunir la mayor información posible sobre el inmueble y los bienes muebles en él.
Estas acciones han tenido el objetivo de integrar el expediente y elaborar un dictamen técnico sobre el siniestro, para su entrega a la aseguradora.
De los bienes culturales religiosos siniestrados, muchos de ellos de la misma temporalidad del templo, la comunidad logró salvar alrededor de 50. Entre ellos, tres cruces procesionales, dos Santos Entierros, un pequeño confesionario, el Cristo de los Milagros, el Santo Santiago Vicario y una imagen del Sagrado Corazón, los cuales han sido resguardados en la Capilla de la Inmaculada Concepción, que forma parte de La Huatápera, ubicada a espaldas del templo, pero exenta de este, por lo que no resultó afectada por el fuego.
Cabe señalar que la Capilla, a petición de la comunidad, será sujeto de mantenimiento preventivo a fin de evitar un nuevo siniestro, lo que permitirá conservar esta joya del pueblo purépecha y de México.
En tanto, las acciones que ha implementado el Centro INAH Michoacán para la atención de los daños en el Templo de Santiago Apóstol se han llevado a cabo en acuerdo con las autoridades comunales y representantes de los tres órdenes de gobierno: Ayuntamiento de Paracho, la Secretaría estatal de Cultura y la Secretaría de Cultura federal, a través de la representación del Instituto.
En diversas reuniones se han compartido los pormenores del incendio, se han escuchado y formulado propuestas encaminadas a consensuar acciones relativas a la recuperación y/o protección de los bienes muebles asociados al inmueble y a su reconstrucción; se ha informado sobre la gestión con la aseguradora, así como a la definición de los instrumentos legales que garanticen la ejecución de acciones. Se constituyó una comisión por parte de la comunidad para dar seguimiento a los trabajos.
Esta misma línea de trabajo conjunto permitió dar inicio a las obras preliminares, entre ellas: colocación del tapial de protección, el apuntalamiento en portón de acceso en la estructura y ventana del coro, la cubierta de todo el templo para protegerlo de la lluvia y el viento, el retiro controlado de viguería calcinada, retiro de columnas y elementos de madera a resguardo para su registro, documentación puntual de las condiciones de los muros y su estabilidad; los gastos han sido cubiertos con el seguro. Además, se cuenta con planos arquitectónicos y levantamiento 3D; de igual forma, se ha generado el proyecto de recuperación del templo que también ya ha sido conciliado.
Respecto a los bienes muebles afectados y/o perdidos, se han elaborado los croquis de bancos de los retablos, del portón de acceso, registro fotográfico de molduras calcinadas del sotocoro y de la pila bautismal y de agua bendita de piedra, protección de pintura mural de San Cristóbal, resguardo de la barda del baptisterio, entre otros. Se elaboró la ficha correspondiente para bienes muebles, cada uno de ellos tiene características particulares en términos históricos, estéticos, formales, de dimensiones y materiales de elaboración. Se ha inventariado de manera preliminar y se ha verificado el estado de los bienes muebles que lograron salvaguardarse.
Con el sustento en diversas fuentes documentales (inventarios, fotografías, informes, bibliografía), los equipos técnicos del INAH, con el apoyo académico de instituciones hermanas, se ha acopiado una importante cantidad de información para identificar los bienes muebles que sufrieron pérdida total, con el objetivo de integrar un expediente con las características de cada uno. Así también en lo que corresponde al bien inmueble para proporcionar información a la compañía aseguradora y mantener la debida supervisión de los trabajos preliminares y la formulación del proyecto de recuperación. Las tareas de recopilación de información se han mantenido constantes y la comunidad ha proporcionado fotografías que serán de utilidad para la conformación de registros y catálogos.
El templo y los bienes en él contenidos son de gran significado para la comunidad, forman parte de la vida y la organización comunitaria. Por ello, el trabajo del INAH también ha atendido estos aspectos y se han formulado temáticas para la organización de talleres de participación comunitaria.
El incendio de este emblemático templo ha alertado de comunidades vecinas cuyos inmuebles religiosos tienen características constructivas similares, y comparten similitud de riesgos, por ello, la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural, la Coordinación Nacional de Antropología y el Centro INAH Michoacán trabajan en la formulación de propuestas de trabajo cuyo objetivo es la inclusión de miembros de las comunidades para informar sobre la importancia de la conservación preventiva, la gestión de riesgos y la elaboración de inventarios de bienes culturales en recintos religiosos.
La secretaria Frausto Guerrero estuvo acompañada por la secretaria técnica del INAH, Aida Castilleja González; el director general de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural, de la Secretaría de Cultura, Arturo Balandrano Campos; el director del Centro INAH Michoacán, Marco Antonio Rodríguez Espinoza, y el director general de Comunicación social y vocero, Antonio Martínez Velázquez.
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