Amenaza
La invasión de Rusia a Ucrania, y la guerra que han sostenido ambas naciones desde febrero de 2022, ya es una amenaza latente a nivel global.
Las advertencias del presidente Ruso, Vladimir Putin, en serio que no hay que echarlas en saco roto, van con dedicatoria a varios países, entre ellos, Gran Bretaña y Estados Unidos.
La pregunta es: ¿hasta dónde puede llevar está escalada?, luego que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que ya va de salida, autorizó a Ucrania atacar a Rusia con misiles ATACMS.
Y Ucrania ni tarda ni perezosa dijo de aquí soy, y el pasado 19 de noviembre confirmó que atacó depósitos de municiones en la región rusa de Bryansk, en una acción que involucró por primera vez el lanzamiento de misiles balísticos de largo alcance suministrados por Estados Unidos.
El conflicto bélico, según cifras dadas a conocer el martes 17 de septiembre por el Ministerio de Defensa, ha dejado 610.000 bajas rusas desde el comienzo de la guerra, mientras que por el lado ucraniano las bajas superan las 400 mil personas, caray, pero que necesidad.
Sin embargo, aunque numéricamente han sido menores, las pérdidas ucranianas son mayores en proporción a la población, lo que se ha convertido en todo un reto para el Estado Mayor en Kiev, que se ha enfrentado a una escasez de hombres disponibles para ir a combate desde el comienzo de la guerra.
En tanto, el gasto militar de Ucrania se estimó en aproximadamente 64.700 millones de dólares en 2023, lo que representa un incremento de más de un 57% respecto al año anterior.
Por su parte, Rusia ha destinado más de cien mil millones de dólares en esta confrontación, aumentando significativamente su gasto militar hasta casi el 7 por ciento de su Producto Interno Bruto Uffff que cifras.
La amenza está latente, tanto que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, advirtió que el conflicto en Ucrania cobró rasgos “de carácter mundial”, luego de que Estados Unidos autorizara a los ucranianos el uso de misiles de largo alcance.
Vaya que el líder ruso es de los que si no gana, arrebata y ya sentenció que su país tiene el “derecho” a atacar a aquellos Estados que proporcionan armas a Ucrania para bombardearla.
En su mensaje, el primero después de que Ucrania atacara con misiles de Estados Unidos y Reino Unido, Putin confirmó que Rusia respondió a Ucrania con un misil balístico hipersónico sin carga nuclear.
Sin embargo, aseguró que se trató de un misil de alcance medio Oreshnik, que fue lanzado contra una instalación del complejo militar-industrial de Ucrania.
El mandatario ruso dijo que el ataque de Rusia en Dnipró fue “en respuesta al uso de armamento de largo alcance estadounidense y británico el 21 de noviembre de este año”.
En condiciones de combate, se llevó a cabo una prueba de uno de los últimos sistemas rusos de misiles de alcance intermedio. En este caso, con una versión hipersónica no nuclear de un misil balístico”.
Putin presumió que la “prueba fue un éxito. Se alcanzó el objetivo. Uno de los mayores complejos industriales conocidos desde la época soviética ha sido alcanzado en territorio de Ucrania, en la ciudad de Dnipró, donde se siguen fabricando misiles y otros armamentos”.
Ya en un plan de buenos cuates, Putin garantizó
que Rusia avisaría con antelación si lanza más ataques con este tipo de misiles contra Ucrania para permitir que la población civil pueda evacuarse y ponerse a salvo.
Y con dedicatoria al Tío Sam, advirtió de que los sistemas de defensa antiaérea estadounidenses no serían capaces de interceptar los misiles rusos. Quiuboles, estamos sin lugar a dudas ante una lucha sobre la supremacía armamentista que podría terminar en un conflicto mayor.
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