• Opinión

• Redacción
• 20 octubre 2020

Por José Luis Camacho

La paliza que les propinó el domingo pasado lo que queda del PRI a MORENA y al PAN en los estados de Hidalgo y Coahuila, tiene varias lecturas por demás interesantes de cara a los comicios intermedios del próximo junio del 2021.

De ninguna manera el PRI puede festinar, como lo ha hecho desde el domingo por la noche, que está de regreso.

Coahuila e Hidalgo representan apenas un poco más del 4% del padrón nacional que es, al último corte del INE, de 91 millones 314 mil ciudadanos registrados en la lista nominal.

Coahuila tiene 2 millones 226 mil electores e Hidalgo un poco menos, 2 millones 190 mil.

Lo cierto es que la lectura inmediata después de los resultados obtenidos por el PAN y Morena el pasado domingo, queda una impresión muy fuerte de que esos partidos carecen en la actualidad de liderazgos nacionales eficientes.

Y en consecuencia la credibilidad personal como operadores electorales de Marko Cortés y de Ramírez Cuéllar es muy baja para sus respectivas militancias.

MORENA, sin tener a López Obrador como apoyo, y el PAN con un pronóstico muy negativo para enfrentar el reto de ganar alguna de las 15 gubernaturas que están en juego el año venidero, se ven con un augurio que ha cambiado, relativamente, a raíz del comportamiento del electorado en Coahuila e Hidalgo.

Y, por lo tanto, no se ve ni modo ni manera, ante el desastre de las elecciones de hace apenas dos días, de justificar a “dirigentes políticos” como Marko Cortés o a Alfonso Ramírez Cuéllar.

El panista está de lleno en la búsqueda de la gubernatura de Michoacán.

El futuro de su partido con respecto al 2021 parece que no es su prioridad número uno.

Y Ramírez Cuéllar es una incógnita, tanto política como personal, toda vez que nadie sabe si la encuesta que se realiza en estos días para encontrarle sucesor efectivamente dará como ganador al favorito Mario Delgado, o que el veteranazo Porfirio Muñoz Ledo nos brinde una sorpresa más en el convulsivo 2020 y derrote al colimense.

O de plano puede ocurrir que la encuesta vuelva a declararse nula y entonces Ramírez Cuéllar permanecería como líder nacional de MORENA hasta después de celebrados los comicios intermedios, con todos los riesgos de fragmentación que sus actuaciones han propiciado.

Y en la medida en que la lucha de las tribus en el seno del PAN y de MORENA sea por mantener la posibilidad de influir en las nominaciones de candidaturas para 15 gubernaturas, 300 distritos federales para elegir diputados federales, así como poco más de 200 cargos en las legislaturas locales y los ayuntamientos que estarán en juego, la oferta que presenten a los electores seguirá teniendo una impronta de ambición personal que nada tiene que ver con los deseos de la sociedad de recuperarnos primero de la contingencia que vivimos y empezar nuevamente a crecer y desarrollarnos.

Los resultados del pasado domingo ciertamente no representan el regreso del PRI como un competidor de peso en la lucha electoral que se avecina.

Todavía el reto para los tricolores es muy grande para recuperar confianza entre los electores ante golpazos como la reciente detención del general Cienfuegos y demás de corrupción que han cimbrado al peñismo hasta sus cimientos.

Pero sí son una advertencia del rechazo social que están produciendo las luchas intestinas de los partidos que solamente exhiben afanes patrimonialistas o intenciones de crear cotos de poder con un fuerte aroma a una sucesión presidencial adelantada.

Pero de verdad, una sucesión presidencial MUY ADELANTADA, que seguramente hará fruncir el ceño a Ya Sabes Quién.

EN TIEMPO REAL.

1.- Ha empezado a circular muy fuerte el nombre del senador guerrerense Félix Salgado Macedonio en relación al hecho de que cuando era alcalde de Acapulco. Dice el columnista Héctor de Mauleón relata un escabroso episodio que liga a Salgado: “… fue cuando ocurrió po de 250 sicarios a cuyo frente iba Edgar Valdez Villarreal, La Barbie. El objetivo: sacar a los Zetas del puerto.

Los miembros del ala ejecutora de los Beltrán fueron célebres por su violencia, su prepotencia, sus excesos. Se les conoció como Los Pelones. Gobernaba el puerto el hoy morenista Félix Salgado Macedonio, a quien luego se acusó de abrir la puerta a los grupos criminales.

Tony Tormenta, jefe del Cártel del Golfo, envió a Acapulco 120 gatilleros que se infiltraron por goteo y asesinaron a López Soto. Pasaron luego el mensaje de que lo mismo iba a ocurrirle a quienes se habían repartido el millón de dólares.” ¡Órale!

2.- El senador Ricardo Monreal lanzó un tuit que refleja el riesgo de que las protestas fuera de la Cámara de Senadores ocasionen una parálisis legislativa. Ello porque dijo el legislador zacatecano que “Hoy en el @senadomexicano se anuncian protestas por inconformidades a diversos ordenamientos. Las comisiones dictaminadoras escucharán y atenderán las inquietudes, para próximamente someter a la consideración del Pleno las leyes sobre Marina Mercante y extinción de fideicomisos.”

3.- En el aniversario luctuoso del General Lázaro Cárdenas, su hijo, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, externó que su padre fue un político que siempre respetó a la opisición pese a los ataques que le hacían. El michoacano aseguró lo anterior en presencia del presidente Andrés Manuel López Obrador. Comentario para meditar.