El Futbol Mexicano como tragedia, comedia y ficción
Por: Eliud Pérez.
Este que les escribe, redactor, columnista, amante del deporte, pero al mismo tiempo ser humano, de carne y hueso, persona con sentimientos y pensante, dejare de lado las formalidades y los adjetivos periodísticos en esta columna, para hablar y opinar (con pocas ganas, por cierto) del tema más lamentable que en mis 29 años de vida, mis ojos hayan presenciado. Porque lo ocurrido el sábado pasado en un simple juego de pelota, me ha hecho asquear, me ha cambio la manera de ver el futbol (nacional), me quito las ganas de ir a un estadio de futbol, me reafirmo que esta sociedad futbolística, está cada vez más podrida, menos humanizada, y ridículamente más (estúpidamente) apasionada que nunca, en fin, me dejo sin palabras.
Los adjetivos que yo pueda usar para describir los horrores que se vieron ya en videos, en reportajes y fotos, no tienen comparación con lo vivido por los aficionados que lo presenciaron en el Estadio Corregidora de Querétaro, lugar que lamentablemente, se une a la lista negra de los peores escenarios, en que se puede “disfrutar” de un simple juego de futbol.
Un fin de semana familiar, una cerveza con amigos, una tarde romántica con tu pareja, se convirtió de un momento a otro en un espectáculo dantesco, un linchamiento, una matanza a sangre fría entre miembros de la misma especie, por todas partes se miraban hombres implorando piedad, familias corriendo por sus vidas, niños inocentes preguntándose ¿Qué estaba pasando?
Reporteros, cronistas, figuras del deporte nacional, incrédulos de lo sucedido, exigían a las autoridades, la cabeza de los responsables, gritaban a la federación, que esto no quedara impune. El Futbol Mexicano, una vez más se veía manchado por la barbarie de la pasión desbordada, se ensuciaba por las provocaciones entre barras o porras, que no han hecho sino secuestrar el futbol de nuestro país. Una TRAGEDIA sin precedentes, un momento para el olvido, una mancha no, un agujero enorme y sin fondo, en la historia del Futbol Mexicano.
El país entero se paralizo expectante de las medidas, las sanciones y las desafiliaciones que se tomarían para con los responsables de tantos actos despreciables, pero ridículamente no fue así. Un chiste, una COMEDIA sin gracia, esa fue la cara que la Federación Mexicana y la Liga MX dieron ante los medios de comunicación y un país indignado, una broma de mal gusto, que da muestra de la poca vergüenza y el poco interés que estos directivos tienen por nuestro futbol. En sus manos tuvieron todo, para hacer historia, para cambiar el futuro del futbol en nuestro país, pero como ha pasado una y otra ves en este nuestro canceroso deporte, el dinero y el poder se hicieron con la victoria, sobre la mirada incrédula de los que exigimos justicia, una justicia que al parecer es solo producto de nuestra imaginación. Pues después de una conferencia (ridícula), las únicas “sanciones” que destacaron fueron la de la suspensión a un inmueble y la inactividad a una directiva mediocre. Pero ¿y las barras? Esas barras que, son las verdaderas causantes del mal, ¿son intocables?, ¿son mas grandes que un club y que una liga? Pues parece penosamente, que sí.
Nos han vendido esta Liga Mexicana por muchos años como una de las mejores del continente, como la mejor de Norteamérica, nos la siguen vendiendo como la liga que supera por mucho a la MLS (liga de futbol de E.U.A). Ridiculeces, no les llegamos ni a los talones en organización, en economía de los clubes, en el manejo de fuerzas básicas y menos en la exportación de jugadores al viejo continente. Y ni hablar del control de aficionados, señores en la MLS no existen barras o grupos de apoyo que estén por encima de la liga o de un club, no hay comparación, estamos por los suelos, vivimos desgraciadamente en una FICCION eterna, tenemos una venda en los ojos que no tenemos ganas de quitar.
Equívocamente se ha dicho que con lo ocurrido en Querétaro ha perdido del futbol, que se ha manchado la pelota y que murió el deporte en nuestro país, pero la única realidad es que el que mas pierde con todo esto es el aficionado de verdad, el amante del futbol, el mexicano que espera el fin de semana para disfrutar un partido de futbol en un estadio, el que en su día de descanso se queda en casa para prender la tv y apoyar al equipo de sus amores, ese es el aficionado que esta sangrando internamente, no el barrista, no el tatuado, no el que se cubre la boca y provoca al contrario, ese es un cáncer un virus para el futbol. Y el aficionado de verdad ese que le da vida al futbol nacional, ese se encuentra en coma, secuestrado y con miedo de entrar en un templo futbolístico, un estadio.
No se puede sentir mas que decepción, impotencia y coraje ante el remedo de liga “profesional” que tenemos en este país, no puedo esperar para que la Federación Mexicana de Futbol cambie su eslogan por algo como: “Juega limpio, haz lo que quieras en los estadios, no te castigaremos y siente tu Liga, (pero no grites Puto)”.
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