Lejos de Dinamarca

Lejos de Dinamarca

Por Jesús Solano Lira

En este espacio hemos dado cuenta, que cada vez está más lejano el día en  que México tenga un sistema de salud como el de Dinamarca, como lo prometió el inquilino de Palacio Nacional, quien ha fallado a uno de sus principios: “no mentir”, y toda su administración se la ha pasado en eso.

No sólo ha sido por denuncias de derechohabientes, ni por videos que han evidenciado las pésimas condiciones de la infraestructura hospitalaria, ahora fue el Centro de Estudios Espinosa Yglesias, CEEY, el que, a través de un documento, evidencia las fallas y rezagos en el sector. Quiúboles, no que vamos requetebién.

Y así como para echarle una manita a los candidatos a la presidencia, el CEEY, emitió una serie de propuestas para que sean retomadas por los suspirantes, con el objetivo de mejorar la movilidad social en el país.

El apartado “Integración del Sistema de Salud Mexicano para la Igualdad de Oportunidades”, revela que “el sub-financiamiento, la segmentación y la fragmentación se traducen en una baja calidad de atención a la salud”, inequitativa, con carencias a la hora de atender a las poblaciones más vulnerables, pues no que todo es bien bonito.

Ante esta situación, el CEEY, señala que es necesario visibilizar los determinantes sociales y ambientales de la salud y buscar los mecanismos para su atención desde los diferentes ámbitos de la política pública, para lo cual propone, entre otros puntos, implementar un mecanismo de pagador único, financiado con impuestos generales, así como incrementar el gasto público en salud en al menos 1.5 puntos del PIB, que se reduzca el gasto de bolsillo y se alcance el promedio de la OCDE.

Para el prestigiado Centro de Estudios, el panorama de la salud en México no es nada optimista, y advierte que, de no adoptarse los cambios urgentes, la prevalencia conjunta de sobrepeso y obesidad en la población adulta y el incremento en la prevalencia desde la infancia seguirán como la principal causa de padecimientos no transmisibles, en particular, diabetes e hipertensión.

DEBATE CHILANGO

En medio de acusaciones y alusiones personales, transcurrió el debate entre los candidatos a la alcaldía en Cuauhtémoc, Caty Monreal, Alessandra Rojo de la Vega y Herman Domínguez, de Juntos Haremos Historia, Va por la Ciudad de México y Movimiento Ciudadano, respectivamente.

En prácticamente todo el debate, el aspirante naranja se vio disminuido, mal preparado y fue comparsa, en momentos, de la hija del senador Ricardo Monreal Ávila. Ambas se dijeron activistas y feministas. Las acusaciones de una a otra candidata subieron de tono, sobre todo, cuando Katy Monreal, recordó a Alessandra Rojo de la Vega, el negro pasado de priistas encarcelados por trata de personas, y presumió las tres “C”: Claudia, Clara y Caty, qué tal. 

El revire de Alessandra Rojo de la Vega fue una y otra vez, recordarle a Katy Monreal sus propiedades, entre gasolineras y bienes inmuebles, a lo que la morenista se negó a responder. En ningún momento se le borró la sonrisa a Katy Monreal, en ocasiones divertida, y en ocasiones nerviosa y molesta por las acusaciones. Su sonrisa decía todo bien, pero sus ojos decían ya te pasaste de lanza Alessandra.

Las propuestas fueron bien bonitas, como en todo debate, nos dijeron el qué, pero no el cómo lo van a realizar. Es más, ninguno de los tres respondió al moderador, cuándo les preguntó cuánto invertirían en el tema de seguridad. De lengua me como un taco, dicen en mi barrio. Sólo como dato, la Cuauhtémoc es la más importante alcaldía de la Ciudad de México, en la que se asientan los tres poderes de la unión, y por la que transitan diariamente cinco millones de personas.

Para este miércoles, el debate entre las candidatas a la alcaldía Venustiano Carranza, Evelyn Parra Álvarez, de Morena-PT y Verde; Rocío Barrera Badillo, de PAN, PRI y PRD, así como Zurishaday Hernández Hernández, de Movimiento Ciudadano, promete ser de más altura.

REBELIÓN

Dicen que caras vemos, y en elecciones, intereses no sabemos. Se lo cuento porque transportistas priistas del oriente del Estado de México, decidieron cambiar de camiseta, y declarar su amor al Partido Verde. Desde siempre, ese sector ha sido botín político, por la cantidad de votos que garantizan, votos que son el fiel a la balanza en una elección, si no que le pregunten a Fernando Vilchis en Ecatepec.

Ahora, la Ruta 36, una de las más grandes de la región de los volcanes y de municipios del oriente, con más de cinco mil afiliados de 22 rutas, declinaron apoyar la alianza del PRI, PAN y PRD “Fuerza y Corazón por México”. Su dirigente Alberto Aboytes González, pasó a formar parte de las filas del sindicato 22 de octubre, cuyo líder moral Cristian de Jesús Castillo Grimaldo, es delegado especial del Partido Verde en la región de los volcanes.

Aboytes González, ahora es el mero mero petatero del transporte en la zona oriente mexiquense, y desde la organización que encabeza, apoyará las candidaturas del Verde en la región de los volcanes. Entre sus exigencias al gobierno mexiquense, está que sean contemplada y reubicadas las rutas que se verán desplazadas con el trolebús que correrá de la estación Santa Martha en la Ciudad de México al municipio de Chalco.

Por cierto, se prevé que ese trolebús sea inaugurado a finales de junio, y beneficiará a más de tres millones de habitantes de las alcaldías Iztapalapa y Tláhuac, así como de los municipios de La Paz, Chalco y Valle de Chalco, reducirá los tiempos den traslado de dos horas a entre 45 y 33 minutos, y conectará con el Mexibús, el Metrobús capitalino y con el Cablebús.

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