• Tlaxcala

• Redacción
• 30 marzo 2021

Por María Luisa Moreno

Padres de familia que llevan sus hijos a la Estancia de Bienestar y desarrollo Infantil (EBDI) # 31 del ISSSTE en el Estado de Tlaxcala, solicitan a las autoridades federales, que el personal que se encuentra en contacto con sus hijos este vacunado lo antes posible contra el SARS-COV2, más conocido como Covid-19.

Es sabido que ya se han presentado casos de esta enfermedad entre los trabajadores, familiares de los trabajadores e incluso entre familiares de los pequeños que asisten a esta institución, por ello, los padres de familia, que en su mayoría son trabajadores del estado, y quienes piden el anonimato, por temor a las represalias que puedan obtener de manera directa o a través de sus hijos, solicitan que sea revisado y vacunado todo el personal que se encuentra en contacto directo con los niños y no sólo algunos.

Se habla de tráfico de influencias, derivado a que entre el personal que ya fue vacunado y no cumple con ninguno de los requisitos para haber recibido este beneficio, están la directora de esta institución, quien no tiene contacto directamente con pequeños y el contacto con padres de familia es esporádico además, es menor de 50 años, incluso, es parte del personal administrativo de la dependencia federal.

Otra de las personas o profesionales que presuntamente señalan como vacunadas es la pediatra, a lo que padres de familia dicen que la revisión que brinda a los niños es momentánea más no está de forma constante frente a ellos; se presume que existen más integrantes del área administrativa que ya cuentan con la vacuna y efectivamente no tienen trato directo con niños.

Sin embargo, a personal que realmente está en contacto con los pequeños, no han sido vacunados, con el pretexto de que no son elementos de primer contacto con pacientes Covid-19; esto es lo que realmente preocupa a los progenitores, pues las encargadas de las salas con quien están los niños, se encuentran desprotegidas ante las dos olas de ésta pandemia.

Aseguran que uno de los problemas que ellos encuentran muy preocupante es que después de las vacaciones de Semana Santa, se prevé una tercera oleada de contagios, y el personal que realmente esta en contacto con los menores y con los padres de familia, son los que no se encuentran inmunes.