
La gente no ha perdido la fe, la desvía en cosas que no le permiten crecer: Padre José de Jesús Aguilar Valdés
Por Edmundo Cázarez C.
-Segunda de tres partes-
Foto David Zepeda
Profundamente enamorado de la tierra que lo vio nacer, de sus costumbres, tradiciones y riqueza cultural. Querido, admirado y respetado por unos, pero, también, repudiado por otros. El Padre José de Jesús Aguilar Valdés, es un apasionado y férreo promotor del invaluable patrimonio cultural que encierran las iglesias de la Ciudad de México, en esta segunda parte de la entrevista exclusiva con EL UNIVERSAL, afirma que para poder valorar a plenitud esos tesoros, primero, se debe conocer perfectamente toda la historia y el arte que hay en las iglesias, además, enfatiza que la gente no ha perdido la fe, sino que la desvía en cosas que no le permiten crecer.
Condecorado en dos ocasiones por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y Cultura (UNESCO), por su distinguida trayectoria en defensa de los valores de la cultura y arte. Acreedor del Premio Nacional de Periodismo por su aportación cultural, entre otros muchos más reconocimientos recibidos, reconoce y lamenta que, desafortunadamente, los padres de familia más que educar a sus hijos, los están domesticando, además, los medios de comunicación son corresponsables de ello, inclusive, en periódicos y revistas las secciones y páginas dedicadas a la cultura han desaparecido, intercambiando una pérdida de valores por un desmedido consumismos y materialismo.
Autor de poco más de 15 libros, destacando “La Sede Vacante”, Historia y Nuevas Reglas del Cónclave, en su edición 2025, afirma que Dios no es exclusivo de la Iglesia Católica ni tampoco un ser punitivo, reconociendo que los más pobres de nuestro país, es la gente más generosa que aporta más en las iglesias, hasta contribuye para pagar los estudios de seminaristas y sacerdotes.
Dueño de una memoria prodigiosa, nos relata el impacto y dolor que sintió al presenciar, a tan solo cinco metros de distancia, el atentado sufrido por Juan Pablo II, el miércoles 13 de mayo de 1981 en el Vaticano. De igual manera, con emoción, recuerda que durante el primer viaje del “Papa Amigo” a México, tuvo el honor y la dicha de servirle como acólito durante su bienvenida en la Catedral Metropolitana, al momento de recibir al Papa, le acarició su mejilla y le dijo: “No te preocupes, yo soy el Papa”.
Por último, nos comenta que después de ordenarse como sacerdote, lo mandaron estudiar un postgrado durante 4 años en Roma, a su regreso, la primera comisión que recibió fue en el Campamento 2 de octubre en Iztacalco, en donde lo secuestraron cuando descubrió a falsos sacerdotes que estafaban a los habitantes de una zona considerada extremadamente peligrosa debido a los elevados índices delictivos, milagrosamente, pudo liberarse sin que nada le haya acontecido.
El silencio sepulcral que reinaba en la sacristía de la Parroquia de San Cosme y Damián, ubicada en la colonia San Rafael de la Ciudad de México, es roto por las sonoras campanadas de un impresionante y hermoso reloj de piso, que anunciaban las 12 del día. Por espacio de poco más de dos horas, durante una muy interesante charla, nos permitió realizar un apasionante viaje a su conciencia. Sin lugar a dudas, el Padre Aguilar Valdés, un extraordinario ser humano.
-¿Por qué sacerdote?
-Cuando le dije a mis papás que quería ingresar al Seminario me dijeron: ¡¡Estás loco!!, vas a entrar al Seminario, y mañana, seguro que estarás afuera y me negaron su apoyo.
-¿Se dio por derrotado?
-¡No!!, para nada. Al siguiente día, me fui solo al Seminario, nadie me quiso acompañar, agarré mis cosas… ¡y se acabó!! Llegué al Seminario, pero resulta que no me admiten.
-¿No había aprobado el examen de admisión?
-Fíjate que cuando presenté el examen de admisión, le pregunté a la persona que me atendió: ¿Para ingresar al Seminario es requisito no haber tenido relaciones sexuales?, me contestó que sí podía entrar y que no había ningún problema. Le vuelvo a preguntar: ¿Para ser sacerdote necesito dejar de ser yo, porque me gusta hacer algo de magia, teatro y algo de música?, Me vuelve a decir que no hay problema, que esas cualidades las podía ocupar siendo sacerdote.
-¿Quedó convencido que le aclararan sus dudas?
-No del todo, aunque me dijo que me presentara la semana siguiente. Todo emocionado, fui a cortarme el pelo, me rasuré, me puse mis mejores ropas, pero el día que me presenté al Seminario, me preguntan ¿quién era yo?, me identifique y me dicen que como me habían visto todo greñudo, con barba y bigote… ¡me desconocieron por completo!!
-¿Los exámenes de admisión en los seminarios son tan difíciles?
-No son de tantos conocimientos, sino que ahondan más en el aspecto sicológico.
-¿Los seminarios son refugio de drogadictos y homosexuales?
-Antes de responder se toma su tiempo, suspira profundamente, me observa con atención y me dice-: “¡¡Que pregunta tan fuerte!! Lamentablemente, hay muchas personas que deciden ingresar a los seminarios con afán de huir a sus problemas, por buscar un acomodamiento económico y hasta por cuestiones de inclinación sexual.
-¿Son admitidos quienes presentan estos aspectos?
-Precisamente, los exámenes de admisión tratan de que no entren a los seminarios quienes no están aptos para ser sacerdotes.
-¿Cuándo usted fue seminarista que cosas vio?
-En los ocho años que estuve en el seminario, pude ver a muchos de ellos y se iban saliendo porque no tenían el gusto por la oración. No tenían esa disciplina y se la pasaban echando relajo. No estaban destinados para eso.
-¿Cómo fue la vida de José de Jesús Aguilar el seminarista?
-Muy feliz porque, además, aprendí a tocar piano, había una estudiantina, un coro, un grupo de teatro que me permitió desarrollarme.
-¿A lo mero macho, tienen un buen nivel académico?
-¡Claro que sí!!, nos impartían clases de filosofía para poder entender más al hombre. Clases de sicología, pedagogía, además, tenía la oportunidad de asistir al apostolado y estar en contacto con los jóvenes.
-¿Realizan labor social?
-¡Por supuesto!!, me tocó ir al Hospital de Cardiología, acompañar a niños durante dos o tres semanas, muchos de los cuales murieron por problemas del corazón.
-¿Cómo apoyar a un niño que va a morir?
-Lo más triste de todo, es que ni siquiera podían ver a sus papás, no les permitían el acceso. Niños que nunca los prepararon hacia el catecismo, no tuvieron un acercamiento con Dios y tenían mucho miedo a la muerte.
-¿Un tremendo reto tanto como sacerdote y como ser humano?
-¡Si caray!! Mis compañeros estaban en otras áreas, pero con adultos y jóvenes.
-¿Qué aprendió ahí?
-En este lugar, decidí ocupar un poco más de lo que traía. Me disfracé de Cepillín, fui a comprar cosas de magia y llegaba al hospital con una maleta.
-¿Era hacerlos reír y en medio de su dolor?
-Era hablarles de Dios, pero a través de la magia…
-¿...Un momento tan difícil que la vida de los pequeños estaba en un hilo?
-Para mí, fue un reto sumamente tremendo, les decía que así como veían que yo transformaba algo por la magia, así, Dios transformaba. -Intempestivamente, al padre José de Jesús se le quiebra la voz, discretamente, con los dedos de su mano izquierda, limpia las lágrimas que ruedan por sus mejillas, al observar que se repone le pregunto-
-¿Duele recordar esos momentos?
-Mi peor momento, era cuando me dirigía al elevador para despedirme de los niños que gritaban de alegría. Siempre que terminaba mi labor con ellos, cuando se cerraban las puertas, no podía aguantar las ganas de llorar como ahorita. Sabía perfectamente que en mi próxima visita, uno de esos niños, ya no iba estar ahí, porque murió o porque fue dado de alta.
-¿Estando en el seminario acarició la idea de llegar a ser el Papa mexicano?
-¡No…!!
-¿Ni tan siquiera Obispo o Cardenal?
-¡Nunca!!..
-Perdone que le interrumpa… ¿Los sacerdotes no ambicionan el poder?
-Esa idea jamás pasó por mi mente, ni como deseo ni como ocurrencia.
-Los políticos sueñan convertirse en Presidente, en el sacerdocio no existe tal ambición?
-Así como ves a los Obispos y al propio Papa, están muy limitados…
-¿Es preferible mantenerse en un perfil bajo?
-¿Te imaginas ver al Papa o un Obispo disfrazados de payasos? En cambio, a un sacerdote le permites que pueda disfrazarse de payaso por alguna cosa o para transmitir algún mensaje ¿Te imaginas al Papa hablando con teatro guiñol? ¡No!!, entonces, hasta cierto punto es una limitación.
-¿Es mejor ser un sacerdote común y corriente?
-¡Así es!!, como sacerdote común y corriente, puedes realizar ese tipo de cosas…
-¿Le preocupan las críticas o hasta los insultos?
-Seguramente que no faltará alguien que me llame “Cura loco”, porque tienen el esquema que el sacerdote debe estar vestido de negro y rezando nada más.
-¿Qué lo lleva ingresar al Ballet Folclórico de Amalia Hernández?
-Antes que me ordenara de sacerdote, al mismo tiempo, ingresé al Seminario, vi la convocatoria, analicé que tenía ciertos momentos en los que podía salir sin interferir a mis actividades.
-¿De verdad no se contraponía con su vocación de sacerdote?
-Decidí entrar a la Escuela del Ballet de Amalia Hernández porque me gustaba mucho el baile, creí que, en algún momento, podría enseñar a la gente. Justamente cuando me llama Norma López, hija de Amalia Hernández para decirme que tenían una gira a Japón y necesitaban más personas… ¡yo estaba invitado a formar parte del Ballet… uff!!
-¿Muy complicado tomar una decisión tan difícil?
-¡Exacto!!, son de esos momentos en los que dices ¿Qué hago?
-¿Un gran honor pertenecer al Ballet Folclórico de Amalia Hernández?
-¡Imagínate!!, bailar en el majestuoso Palacio de Bellas Artes, viajar por todo el mundo representando a México…¡Woow!!, era estar en el máximo escenario de la cultura de nuestro país.
-¿A lo mero macho, le costó mucho trabajo decir no?
-La verdad es que sí. Les agradecí mucho el tiempo que me permitieron estar dentro del Ballet Folclórico de Amalia Hernández, pero era más importante mi sacerdocio. Si, duele y muuucho, sobre todo, cuando hay dos cosas que te gustan.
-¿Era ser fiel a sus convicciones?-Al principio de la entrevista me hiciste una muy interesante pregunta sobre los valores, hablando de valores, entre el bien y el mal, lo bueno siempre sobresale.
-¿Cómo fue el día en el que se ordena como sacerdote?
-Caray, que bonita entrevista en la que me llevas de la mano a recordar un día imborrable en mi vida. Un día sumamente feliz e inmenso, porque mi familia constató que podía ser sacerdote.
-¿Le dolía mucho el “encierro” o “retiro” en el Seminario?
-En el Seminario tienes la oportunidad de salir los fines de semana, no estás encerrado del todo, puedes ir a visitar a tu familia y también al apostolado.
-¿Invitó a las personas que trató “enmendaran su camino”?
-En mi ordenación de sacerdote, estuvieron presentes mis papás, muchos amigos, inclusive, las personas que conocí en la Merced y la chica que había sido mi novia, la que me llevó a las pláticas, así como algunas personas de los hospitales donde había estado trabajando y algunos papás de los niños que había atendido.
-¿Cómo dicen los chavitos, la neta, fue muy noviero antes de ser sacerdote?
-Ja,ja,ja. Nada más tuve 3 novias porque como que era muy…
-¿…A quién quiso más de las tres?
-Vaya, que preguntas me haces. A la que más quise, evidentemente, fue a la que me llevó a las pláticas.
-A lo mero macho, duele hacer votos de castidad al ingresar al Seminario?
-Sorprendido por la pregunta, se frota las manos, acomoda la enorme armazón de carey de sus lentes, suspira profundamente y me dice: “Uff, yo diría que cuesta trabajo, pero no es que duela. Es como si a un médico le preguntas ¿Le duele no dormir por atender un parto?
-¿Pero uno es hombre y…?
-…Son consecuencias de algo que has elegido.
-¿Con el respeto que me merece, le hubiera gustado tener hijos?
-¡¡Claro que me hubiera gustado!! Siempre que veo a mis hermanos con sus hijos, sabes perfectamente que son sangre de tu sangre…
-¿Todos somos hijos de Dios por decirlo así, los sacerdotes tienen hijos adoptivos?
-Cuando estuve en la Parroquia de La Sagrada Familia, ya como sacerdote y construyendo la Iglesia durante 15 años, tuve la oportunidad de bautizar y confirmar infinidad de niños.
-¿Cuándo y en donde ofició su primer Misa ya como sacerdote?
-Me ordené un 24 de mayo en la Basílica de Guadalupe, el día 25, a las 5 de la tarde, ya estaba oficiando Misa en la Iglesia del Buen Tono, exactamente en donde había escuchado al padre Javier González, quien me inspiró seguir el sacerdocio.
-¿Al ordenarse cuáles eran sus aspiraciones?
-El Obispo me dijo que estaba considerado para que me fuera a Roma para realizar un posgrado, por lo mismo, no me darían ningún nombramiento.
-¿Cuándo se va a Roma, que sintió ante esa distinción?
-Me fui a Roma hasta septiembre, durante el lapso de ordenación y el viaje, debería estar en varios lugares haciendo suplencias. En la Iglesia de Santa Catarina, una de las más antiguas de México, en la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús de la colonia Juárez, así como en el Sagrario Metropolitano, que está a un costado de Catedral Metropolitana, total, me fui a Roma 4 años.
-¿Qué pasaba por su mente a bordo del avión rumbo a Roma?
-Pensaba en lo que dejaba. Cuando el avión despega, piensas en tu familia, en que estas dejando a los amigos, a compañeros y la gente que me quiso como seminarista.
-Pero era un viaje temporal y no definitivo… ¿o no?
-Es que te duele el corazón cuando te alejas de todo tu entorno…
-¿…Tenía el temor de no regresar?
-No, porque soy muy abierto a lo que venga.
-¿Duele dejar el pasado?
-Sí, si duele dejar el pasado. Te confieso que, a la mitad del vuelo, la verdad, lloré y lloré muchísimo, pero finalmente pensé que no estaría lejos de México…
-¿Entre México y Roma nos separa un simple charco?
-Más bien, entre México y Roma no hay lejanías, hablando en plata, el vuelo de México a Roma, nada más son 12 horas, lo mismo que haces en autobús de México a Monterrey. Además, a mitad del vuelo me dije “Despido mi etapa pasada y me abro a lo que viene y no volví a llorar”.
-¿Llegando a Roma todo cambió y con cara de “what”?
-¡Sí!!, en Roma todo fue admiración. Fueron por mí al aeropuerto porque llegué a un colegio de sacerdotes mexicanos, a propósito, me llevaron a conocer el maravilloso e impresionante Coliseo.
-¿No daba crédito lo que estaba viviendo?
-¡Exacto!!, era una maravilla, me repetía una y mil veces por dentro ¿dónde estoy? Al día siguiente, me llevaron a la Basílica de San Pedro.
-¿Ahora sí que… gracias Dios mío?
-¡Sí!!, indudablemente, además, no podía desaprovechar el lugar porque las clases las podía recibir en cualquier parte, pero estar en ese lugar…no!!
-¿Cuántas audiencias del Papa pudo presenciar?
-Me propuse no faltar a ninguna de las audiencias del Papa, todos los miércoles. Tuve la oportunidad de estar en 150 audiencias y conocer lo más que pudiera, por el interés que tengo hacia el arte y la cultura.
-¿Era deslumbrarse con algo nuevo cada día?
-Fíjate, hubo un compañero que estuvo en Roma, cuando le dijeron que se tenía que regresar a México, pidió un taxi para ir a conocer las 3 basílicas que le faltaban, de las cuatro Basílicas Mayores y que son: San Pedro, San Pablo, Santa María la Mayor y San Juan de Letrán, estando allá, ni siquiera había podido conocer eso.
-¿Usted pudo hacerlo a tiempo?
-Conocí todas las iglesias y museos de Roma. Cuando estuve en la de San Pedro me puse a llorar…
-¿…De verdad es muy chillón?
-Es que me pregunté ¿porque no estaban ahí mis papás?, y me propuse. ¡¡Lo que vea aquí, me lo voy a llevar!! Compré una cámara fotográfica, todo el dinero que me llegaba, era comprar rollos, regresé de Roma… ¡con un millón de diapositivas!!
-¿Qué pretendía hacer con todo ese material?
-Regresando, me mandaron a dar clases al Seminario y en el Centro de Arte Mexicano, en el Museo del Carmen, en el Museo de San Idelfonso y en mi parroquia.
-¿A su regreso de Roma, ya estaba listo para aspirar a Obispo?
-El Cardenal me dijo que tenía que irme a vivir al seminario, como maestro y le dije que no…
-¿Se atrevió decirle al Cardenal que no…?
-¡Pues sí!!, que únicamente iría como maestro, pero no a vivir ahí
-¿…Por qué?
-Yo sé que la gente más generosa, es la humilde, quienes pagan los estudios de los seminaristas y sacerdotes, son los que dan un peso en las parroquias…
-¿…Y entonces?
-Le pedí al Cardenal que me mandara a la parroquia más pobre y me lo concedió…
-¿A dónde lo mandó?
-A un lugar en donde ni siquiera existía una iglesia. Lo único que había, era un enorme basurero, en el Campamento 2 de octubre de Iztacalco.
-¿Una zona sumamente peligrosa?
-¡Durísima!!, pleitos, asaltos, balaceras, venta de droga, secuestros, asesinatos.
-¿Tuvo el valor de quedarse ahí para construir la iglesia?
-¡No me quedaba otra!!, así es que empezamos a poner láminas de cartón…
-¿Cuál fue la fórmula que utilizó para apaciguar a delincuentes y asesinos?
-¡Uff!!, fueron dos cosas. Cuando llegué al lugar, a tan sólo dos cuadras, estaban instalados dos falsos sacerdotes, quienes, hasta habían levantado una capillita, engañaban a la gente aprovechándose de ellas, les hacían creer que celebraban sacramentos y cuando supieron que iba a llegar un sacerdote de verdad, me echaron a la gente encima.
-¿Tuvo miedo que lo linchara la gente enardecida?
-Cuando apenas voy acercándome al lugar para conocerlo y presentarme con la gente, me lanzaron una pedrada enorme…
-¿Le pegaron?
-No, afortunadamente, lo único que se me ocurrió hacer, fue agacharme y levantar la piedra y exclamar: “Ya tenemos la primera piedra para nuestra iglesia”
-¿Y que hicieron ellos?
-Me rodearon queriéndome agredir, se me ocurre sacar la fotografía que traía junto al Papa Juan Pablo II en el Vaticano…
-¿Cuál fue la reacción de la gente y de los falsos sacerdotes?
-Cuando vieron la fotografía que estaba junto al Papa, comprobaron que no les estaba mintiendo.
-¿Y que sucedió con los falsos sacerdotes?
-¡No lo sé!!, pero así fue como empecé a ganarme a la gente. Como había muchos jóvenes que andaban en malos pasos, llegaron a golpearme por tratar de convertirlos y sacarlos de las drogas, me secuestraron, milagrosamente, logré liberarme sin que nada me haya sucedido.
-¿Una auténtica ley de la selva?
-Veía como los adultos se agarraban a golpes, los del Campamento 2 de octubre estaban peleados a muerte con los del Infonavit, con los del Pico Iztacalco, eran pleitos a balazos.
-¿Uff, de verdad su vida estaba en peligro quiso tirar la toalla?
-No, tirar la toalla no. Como era muy difícil lograr convencer a los adultos empecé a trabajar con los niños, haciendo la misa con títeres para que se acercaran a ver el espectáculo, y los pequeñitos eran quienes se encargaban de jalar a los papás.
-¿Recibió críticas o ataques por utilizar títeres?
-Me decían el “cura titiritero”. Posteriormente, organicé un grupo de teatro para jóvenes y otro para adultos. Un grupo de canto y clases de historia del arte.
-¿Cómo los convencía?
-Les decía que los invitaba a viajar e Egipto, pero a través de la historia. Les platicaba cómo hacían las momias. Cómo fue que construyeron las pirámides. La gente iba a Misa, pero, también, a este tipo de eventos para aprender.
-¿Le preocupaba que le llamaran el “Padre Titiritero?
-¡Para nada!! Lo único malo, es que querían que, en todas las misas, hasta en la de los adultos, también fueran con títeres.
-¡Y lo peor?
-Fue que mis pobres catequistas se estaban muriendo de la garganta por el esfuerzo que hacían con sus voces.
-¿Cómo le hizo para evitar desesperarlos y reaccionaran en su contra?
-Se me ocurrió grabar las voces y musicalizar. De esta manera, empezamos a producir los guiones con audio utilizando solamente una grabadora de cassette, como se hacía en aquel tiempo. De esos guiones, la gente empezó a pedir más y más, al grado que de esos guiones, salió un libro de cuentos.
-¿A Dios rogando y con el mazo dando..?
-Los libros de cuentos, nos los pidieron los misioneros y luego de toda Latinoamérica.
-¿Ya empezaba a saborear las mieles del éxito?
-Para mí, fue muy significativo que la revista Contenido, me dedicara una portada y me llamaran “El Padre Titiritero”. Además de eso, puse la obra Jesucristo Superestrella. La representación tipo Iztapalapa. Se fue formando la comunidad y construyendo la iglesia… ¡una experiencia fantástica!!
-¿Qué sintió estar con el Papa Juan Pablo II, de que hablaron?
-Mira, la primera vez que estuve con el Papa Juan Pablo II, fue cuando vino a México. Yo, todavía era seminarista y por cuestiones de calificaciones y cierta valentía, porque los demás seminaristas se ponían muy nerviosos, me eligieron para que fuera el acólito del Papa Juan Pablo II, en la Misa Solemne en la Catedral Metropolitana.
-¿No le traicionaron los nervios?
-¡Uff!!, tenía que estar muy cerquita de él, con la Biblia para que pudiera hacer oración.
-¿Le temblaban las piernas?
-¡Por supuesto que sí!!, tenía muchísimos nervios. Recuerdo que, cuando el Papa llegó al Zócalo de la Ciudad de México, se escuchó un enorme estruendo de la gente gritando de emoción, en ese momento, se me puso la piel toda chinita, quería llorar de emoción, creo que hasta me hice “pipi”. El papa se iba a cambiar de ropa en el primer altar que se encuentra entrando a Catedral, ahí, tenía que estar yo para recibirle y salir en procesión detrás de él.
-¿La verdad, sintió se iba a desmayar de emoción?
-Cuando el Papa entra a la Catedral, no sé que cara me vio, pero me dijo: “No te preocupes, soy el Papa”. ¿Te maginas la cara que tenía yo? Ja,ja,ja,
-¿Qué sintió el novel sacerdote que el Papa se dirigiera a él?
-No sé si me vio cara de espantado o sorprendido, pero al escuchar sus palabras en español, con esa voz tan cálida que tenía, desapareció el miedo, sentí un enorme cariño y admiración por él.
-¿Fue la única vez que estuvo cerca de él?
-¡No!!, tiempo después, lo volví a ver en Roma. Me tocó estar a tan solo cinco metros cuando le dispararon en aquel lamentable atentado. Yo realizaba mi posgrado, estudiaba Arqueología, Arte Sacro y Teología.
-¿Qué hacía en Roma?
-Mi trabajo era estar estudiando, solamente en los meses de vacaciones salía como capellán a Francia o trabajar en Alemania. Ese miércoles 13 de mayo de 1981, era la audiencia del papa y me tocó estar ahí.
-¿Un hecho sumamente impactante y doloroso?
-¡En efecto!!, en uno de mis libros narro, paso a paso, qué fue lo que sucedió. Cuando se escucharon los disparos, todos volteamos a ver porque volaron decenas de palomas, pensábamos que eran fuegos artificiales, pero cuando bajamos la mirada, pasa el PapaMovil a toda prisa con el Papa herido, se escuchaban los gritos de la gente. Algo sumamente tremendo.
-¿Cuándo fue la última vez que lo vio?
-En su última visita a México, me tocó componer el Himno de la Canonización de Juan Diego, mismo que se entonó en el momento en que entraba la Imagen al Altar Mayor de la Basílica de Guadalupe para su canonización, utilizando la letra de un Salmo que dice: “Que bello es ver correr sobre los montes al mensajero que trae la buena nueva”. Fíjate que todo concordaba, El Papa llegaba al cerro del Tepeyac, pero, también, a Juan Diego, ahí mismo, se le había aparecido la Virgen. En cuanto a la música, era una combinación de náhuatl y español.
-¿Enorme responsabilidad para una ceremonia trascendental?
-¡En efecto!!, sugerí que hubiera danzantes con música prehispánica, solamente tenían una noche para ensayar, era imposible que los danzantes hicieran todo en una sola noche, así es que le pedí ayuda a Norma Hernández del Ballet de Amalia Hernández, afortunadamente, todo salió a la perfección.
-¿Tenía temor que hubiera grandes errores?
-Es que era muy normal que llegaran a equivocarse, con un solo ensayo. El encargado de entonar el himno, fue el famoso tenor Ramón Vargas, y para darle un toque de mayor elegancia y emotividad, desde lo más alto de las capillas de arriba, dejamos caer toneladas de pétalos de rosas, acompañados con el sonido de diez mil sonajas, algo sumamente espectacular.
-¿A la muerte de Juan Pablo II, México pierde un gran amigo?
-Cuándo muere Juan Pablo II, no sabes lo que lloré. Me invitan a la transmisión especial en TVAzteca, estando “al aíre”, no aguanté y me solté llorando como niño, curiosamente, eso marcó mi incursión en la televisión con mayor intensidad.
-¿Ya que menciona a TVAzteca, cuál fue la verdad del conflicto que tuvo con la televisora?
-El gran problema no fue del mundo del espectáculo. En realidad, como nunca me consideraron en la televisora como parte de TVAzteca, pero la gente así lo creía, decidí marcar mi distancia.
-…Pero lo veo a cada rato en TV Azteca
-Sigo aceptando entrevistas que llegan a pedirme, pero ya no voy a sus programas. Aunque algunos me llegaron a decir “Padre Azteca”, en realidad, soy yo quien ofrece mis servicios a todas las televisoras.
-¿Con el respeto que me merece, es usted ajonjolí de todos los moles?
-Quiero decirte que fue en Catedral cuando empecé a estar en el mundo de la comunicación, después que dejé la Sagrada Familia -así se llamaba la Iglesia que construí en Iztacalco-, veía que los reporteros no estaban preparados en cuanto a la fuente religiosa. Llegaba Semana Santa y no sabían o confundían la Homilía con la Misa, cuando Homilía es el mensaje.
-¿Qué podía hacer para ilustrar a mis compañeros reporteros?
-Cuando se acercaba Semana Santa o Corpus Cristi, me encargaba de sacar un documento con la mínima información para que pudieran hacer su nota, esto, hizo que después los mismos reporteros y televisoras, empezaran a invitarme a diferentes noticieros.
-¿Le pagaban cada participación?-No, era una simple aportación cultural. El gran problema surge cuando me invitan a participar a programas de espectáculos, cuando empiezo ir a programas de revista para hablar acerca de temas como la cuija, de la masturbación, de la Santa Muerte, temas que regularmente no eran tocados por un sacerdote.
-¿Un cura solucionando el desconocimiento de conductores de televisión?
-Aparte que nunca me pagaron ni un peso, ahí fue donde me pusieron tremendas novatadas…
-¿Y para que aceptaba ir?
-Eran invitaciones que no podía negar, cuando se supone que era una opinión desde el punto de vista de un sacerdote.
-¿Y los programas de radio que tiene en Grupo Fórmula y Grupo Imagen?
-Ahí tampoco me pagan ni un solo centavo. Así te puedo enumerar programas tales como La Academia, asesorías a novelas y programas de Televisa o TVAzteca
-¿Uff, me va a cobrar por la entrevista?
-¡No!!, al contrario, yo te agradezco muchísimo esta agradable charla
-¿No es mejor que ya no vaya a programas de farándula?
-Es que me empezaron a meter en chismes, por ejemplo, un día me enfrenaron con Talina Fernández.
-¿Por qué?
-Resulta que muere su hija, y luego, Ana Bárbara se enamora del Pirrus, va un reportero y me pregunta ¿cuánto tiempo tiene que pasar para que pueda volver a casarse el hombre cuando queda viudo?
-¿Pues qué fue lo que les dijo que desvirtuaron su respuesta?
-Le dije fue que, como requisito, no había tal, porque la persona ya estaba muerta, que si era su voluntad, podría casarse al día siguiente, pero eso, dependería de él.
-¿El muerto al pozo y el vivo al gozo?
-Van con Talina y le dicen que el Padre José de Jesús Aguilar había dicho que se podían casar el mismo día…
-¿Amarraron navajas?
-¡Pues sí!!, en respuesta, Talina Fernández declara que el Padre José de Jesús Aguilar era un pendejo, y los reporteros vuelven a regresar conmigo para decirme que Talina Fernández había dicho que yo era pendejo…
-Se prestó a un juego sucio y perverso?
-Lo único que les dije, fue que lamentaba mucho que Talina se expresara así de mí. Vuelven ir con ella y opté por ya no recibirlos ni responder llamadas. ¡¡Qué horror!! ¿En dónde está su ética periodística?
-¿Porque hemos perdido la fe, nos hemos convertimos en rehenes de nosotros mismos?
-Vaya que pregunta tan interesante me haces y te la agradezco. No creo que se haya perdido la fe. La gente cree en el uso de los cuarzos, en la Santa Muerte, en los amuletos, en el espiritismo, en el tarot, en los médiums y todo eso…
-¿…Hemos decidido tomar otros caminos por conveniencia?-La fe ha aumentado en cosas que no les hace crecer. Con un pensamiento mágico, creen que unas piedritas les van a cambiar la vida.
-¿Por qué el surgimiento de nuevas sectas o religiones?
-Precisamente, ese es el punto más difícil, mucha gente prefiere no meterse en compromisos…
-¿Amarás a tu prójimo como a ti mismo, se convirtió en utopía?
-Por supuesto que hay un grupo de gente que sí tiene fe y quiere transformar su vida, busca la mejor transformación espiritual y han cambiado las cosas.
-¿Con la proliferación de nuevas religiones se pierde la esencia original?
-Mira Edmundo, así como antes había una sola televisora en nuestro país, luego surgieron muchas más, igualmente, en el mundo de la fe en México, antes, solamente estaba el cristianismo, así como un grupo chiquito de hermanos separados. A partir de determinado momento, surgen una gran cantidad de posibilidades… ¡y qué bueno que la gente pueda y tenga la libertad de escoger!!
-¿Dios es exclusivo de la iglesia católica y que las demás religiones se vayan mucho al infierno…?
-Sin permitirme la oportunidad de terminar de formular la pregunta, se endereza rápidamente de su sillón, levantando sus brazos, con voz fuerte y clara me dice: ¡No, no y no!! Mira, la iglesia católica o cualquiera otra religión, tiene que ser una propuesta y nunca una imposición.
-Continuará-
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