¿Qué zonas de Ciudad de México tienen más riesgo ante un terremoto?
Las cinco placas tectónicas que rodean México hacen del país norteamericano un lugar sumamente propicio para que la tierra tiemble de manera constante.
En la costa mexicana del Pacífico generalmente se encuentra una consecutiva actividad sísmica. Cuando el epicentro de un terremoto de severa intensidad tiene lugar en zonas como Oaxaca, Guerrero o Michoacán, es bastante probable que la Ciudad de México sufra un temblor.
Y esto se debe a las distintas características de suelos que la Capital presenta en toda su área metropolitana. Aquí explicamos cómo el piso de la ciudad se mueve según su ubicación.
La amplitud de CDMX ocupa varios tipos de superficie según los tipos y características del subsuelo capitalino.
En la actualidad el código de construcción de la CDMX clasifica las condiciones locales del suelo en tres zonas sísmicas según el antiguo Gobierno del Distrito Federal.
Zona I (zona de loma) constituida principalmente por - en término geológicos científicos, lava basáltica y riolítica y flujos piroclásticos compactos. Es decir, existe solidez en el suelo.
Zona II (zona de transición) compuesta por arenas y material piroclástico de los depósitos volcánicos circundantes;
Zona III (zona de lago) compuesta por limo y arcilla volcánica con un contenido muy alto de agua que sufren una gran amplificación del suelo con el paso de las ondas sísmicas. El suelo es muy blando.
Hay que destacar que el núcleo de la Ciudad de México está construido encima de los sedimentos del lago Texcoco. Debajo de su superficie se encuentran nada más y nada menos que tres capas de civilización: la prehispánica, la colonial y la moderna. Hace miles de años la mayor parte de lo que es la capital era un lago rodeado del gran Valle de México.
Según este mapa en donde se estudian las características del suelo. Si vives o estás dentro de las alcaldías Álvaro Obregón, Cuajimalpa, parte de Miguel Hidalgo o Magdalena Contreras es probable que la sensación sísmica no sea tan fuerte como en otras zonas de la Capital por su superficie dura. Esto corresponde a la Zona I.
En la Zona II existe una transición en la cuál el suelo va entre duro y blando. Es la zona reflejada en amarillo en el mapa. Comprende la mayor parte de otro punto neurálgico de la Ciudad que es la Alcaldía Benito Juárez, en el norte Azcapotzalco y en el sur parte de Coyoacán.
Sin embargo, todo el territorio que corresponde al mero centro de la Ciudad ubicado en la Alcaldía Cuauhtemoc, sus zonas aledañas, Alcaldías Venustiano Carranza, Gustavo Madero y, más al sur, Iztacalco, cuentan con un suelo muy blando, arcilloso, lo que genera más riesgo a la hora de un movimiento sísmico.
La zona lacustre se extiende hacia las zonas de Xochimilco y Tláhuac, las cuales reposan también sobre los restos de la extinta masa de agua. En el sureste de la capital también existe entonces mucha vulnerabilidad ante los eventos sísmicos.
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