Reto del nuevo secretario de la Función Pública será castigar irregularidades del presente: Eduardo Bohórquez
Ante los cambios anunciados en la Secretaría de la Función Pública (SFP) por el presidente Andrés Manuel López Obrador, Irma Eréndira Sandoval dejará su puesto a Roberto Salcedo, quien antes del nombramiento se desempeñaba como subsecretario de Fiscalización y Combate a la Corrupción.
Al respecto a esos cambios en el gabinete de cara a la segunda mitad del sexenio, en entrevista con Mario Maldonado para El Heraldo TV, el director Ejecutivo de Transparencia Mexicana, Eduardo Bohórquez, brindó su opinión sobre estos cambios en la SFP, así como la evaluación del desempeño de Irma Eréndira .
Sobre los resultados de la gestión la académica de la UNAM, Bohórquez, destacó que el presidente fue claro desde el comienzo de su administración en torno al combate a la corrupción, por lo que el nombramiento del fiscal Gertz Manero, acompañado de dos turbinas fuertes como la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y el SAT, fueron muestra de ello, destacó el experto.
En torno al desempeño de Irma Eréndira al frente de la UIF, el analista señaló los momentos controvertidos de la funcionaria, mismos que fueron debilitando su imagen aunado a que siempre se hacía mucho ruido pero las acciones contra los actos de corrupción fueron pocas al no existir detenciones o castigos claros.
Para Bohórquez, en conjunto todos estos elementos podría ser el motivo de peso que el presidente planteó un relevo para la segunda mitad de su mandato poniendo a Roberto Salcedo, un funcionario que tiene una amplia experiencia en la administración pública, pues ha estado vinculado al gobierno desde la administración de Carlos Salinas de Gortari.
Para el experto si bien existe un amplio respaldo hacia el presidente Andrés Manuel López Obrador en término del combate a la corrupción en México debido a que se ha avanzado seis lugares, dicho avance solo recupera los lugares perdidos pues ni siquiera se alcanza el mejor nivel que México ha obtenido en 2010, debido a que seguimos siendo el peor país evaluado del G20, incluso el Inegi ha puesto de manifiesto que la corrupción en trámites y servicios sigue creciendo hasta un 9% en la última medición.
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