¡Abrimos o Morimos!
POR PACO HERNÁNDEZ
Sin duda este año que comienza será uno de los más difíciles de la historia, la pandemia nos deja desempleo, hambre, negocios cerrados y muchos de ellos en la ruina, con un incremento de la violencia, hospitales colapsados, falta de medicamentos, precios elevados de artículos que se convirtieron en elementos de primera necesidad, como el alcohol, cubre bocas, gel etc.
Nadie estaba preparado para un evento como este, el año 2020 fue fatal y transcurrió con mucha incertidumbre, miedo, precaución y con incredulidad, sin embargo los tiempos llego, todos esperamos el fin de ese año trágico, y al iniciar el 2021 dimos un respiro de fe, esperanza y voluntad, pero la realidad nos alcanzo, las fiestas de fin de año dejaron, hospitales colapsados, no hay medicamentos, no hay equipo suficiente de respiración. Se ordeno en Tlaxcala ampliar en el ISSSTE la capacidad hospitalaria para atender a enfermos de COVID y estamos en el peor momento de la historia de esta enfermedad.
En la ciudad de México los pequeños propietarios se manifiestan porque no aguantarán un cierre más de sus establecimientos, debemos reconocer que muchos existen por el gran amor que le tienen a su negocio, pero indiscutiblemente su futuro ¡es preocupante! todos los involucrados deben atender este problema social, porque son negocios de los que dependen miles de familias y lamentablemente los más vulnerables, meseros, cocineros, empleados de mostrador y los propios dueños donde la gran mayoría no cuenta con ninguna prestación ni seguridad social.
Pero a todo ello ¿cuál es el problema?
Es un problema social donde estamos involucrados todos, por una lado tenemos una sociedad intolerante, inconsciente y poco solidaria, donde vimos personas sin protocolos mínimos para su seguridad y la de los demás, somos testigos de lugares al 100% de su capacidad en fin de año y con tal de generar dinero sin importar la vida de los demás, y a todo ello con una autoridad ausente.
Bajo mi humilde opinión que se requiere:
Una sociedad consiente, donde consuma local y deje sus recursos en el mismo estado, pero también una sociedad involucrada en los protocolos de seguridad, donde nosotros mismos no permitamos la aglomeración y concentración excesiva de personas, de manera contundente cuidarnos entre nosotros.
Un comercio consiente que cumpla todos los protocolos para que su cliente pueda sentirse en confianza, hay muchos lugares que cumplen con las medidas sanitarias, pero hay muchos que no les importa cuidar a su cliente, un comercio de estos, por muy de moda que pueda estar, la sociedad no debería utilizarlo, es muy fácil, si tu no me cuidas, yo no te consumo, y deberíamos consumir en los lugares que hacen grandes esfuerzos.
Necesitamos a una ¡autoridad!, y lo digo bien, requerimos una autoridad porque no existe, no hay, no le interesa, se requiere una autoridad involucrada que quiera trabajar, que audite negocios en sus protocolos, pero no para enjuiciarlos, si no para ayudar y corregir si es el caso, premiar o ayudar a estos empresarios pequeños y grandes, se requiere una autoridad que se faje los pantalones, porque para ello se contrataron y que clausuren a quien no cumpla con la normatividad, que se sancionen y se exhiban.
Solo de esta forma podremos lograrlo, siendo una sociedad consiente, con empresarios involucrados y un gobierno que este a la altura de las circunstancias, así podremos frenar el cierre de establecimientos que requiere nuestra apoyo, solo así podremos mitigar el colapso de una economía local que se defiende por no morir.
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