Alerta feminista por Marfer Turrent
Ya Basta de justificar la violencia y desamparar a las víctimas, ¡¡AYUDA!! ¡¡Mis Sobrinos y mi Hermana merecen vivir en Paz!!
Este desgarrador grito de auxilio lo escribió la hermana de Mafer Turrent, quien es víctima de violencia vicaria y violencia familiar extrema por parte del padre de sus hijos y ahora está detenida, acusada de delitos que no cometió.
Fue la misma Mafer quien publicó en sus redes sociales la tragedia que vivía. El padre de sus hijos, Edgar González Peredo, la violentó durante años y cuando decidió denunciar y pedir medidas de protección para ella y los pequeños, su ex pareja retuvo a los menores por 90 días.
En un video que publicó en redes sociales, se escuchan los gritos y vejaciones que ella y hijos sufrieron mientras vivían con Edgar, incluso, este sujeto llegó a amenazar de muerte a sus propios hijos si no lo obedecían.
Tras la separación Mafer decidió trasladarse a Poza Rica, Veracruz, al lado de sus padres, pero Edgar y sus abogados no han cedido en el acoso legal y psicológico y la mujer tiene varias denuncias en su contra, como retención de menores, falsedad de declaraciones y fraude procesal.
A la joven madre se le han impuesto medidas cautelares que incluyen el retiro de su visa y pasaporte, presentarse mensualmente a firmar en la Ciudad de México, además de la prohibición de realizar actos que puedan considerarse intimidatorios hacia Edgar, quien absurdamente hoy es ante la justicia una víctima.
Hoy Mafer se encuentra detenida en la Ciudad de México, pues al presentarse el pasado 22 de enero a la firma mensual se le dictó la prisión preventiva justificada pese a que ella presentó pruebas en contra de Edgar por violencia extrema y violencia vicaria.
El caso incendió las redes sociales e incluso llegó a Citlalli Hernández, quien dijo que a través de la Secretaría de la Mujer se dará acompañamiento a la víctima.
Urge que, además, se le brinde protección a ella y a sus pequeños, pues es evidente que corren peligro.
En nuestra sociedad casos como el de Mafer nos duelen e indignan porque son ellas, las víctimas, quienes son juzgadas e incluso perseguidas. Ya es tiempo que las mujeres y los niños y niñas vivamos libres de violencia.
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