Alfonso y Ana Lilia arriba, Vicente y su informe - 1
Alfonso y Ana Lilia arriba, Vicente y su informe

Alfonso y Ana Lilia arriba, Vicente y su informe

La última encuesta de Analitika dejó algo claro: Mientras los partidos siguen jugando vencidas internas, la gente ya decidió por dónde no va a transitar en 2027.

Morena arranca con una ventaja amplia en preferencia por partido —39.05%— y la oposición no encuentra manera de salir del boquete: El mediocre PAN se hunde en 13.5% y el PRI apenas respira con 9.85%. Lo demás es ruido.

En Morena, la pelea es a navaja corta. Alfonso Sánchez García toma la delantera en el careo interno con 29.12%, seguido de cerca por Ana Lilia Rivera Rivera con 25.59% y pisándoles los talones Josefina Rodríguez Zámora con 24.71%.

No hay un ganador, esto es lo que llaman un empate técnico.

Pero hay que reconocer varios factores que han ido emparejando la cosa, lejos del apasionamiento partidista y/o de la preferencia entre uno y otro por simpatías:

Alfonso Sánchez García ha mejorado mucho en los servicios públicos la capital, pero aún más, la delincuencia ha sido aplacada y eso se ve en la gran disminución de comentarios de haters de redes sociales, pero aún más en la presencia de vehículos policiales y su constante presencia en la ciudad, pueblos y colonias capitalinos.

Ana Lilia Rivera Rivera, con una imagen gráfica panista de al menos hace 12 años, la misma imagen que acompañó a la derrotada Josefina Vázquez Mora, es la que hoy, por mera coincidencia o por copia de quien era un auxiliar de publicista, la volvió a poner de moda con la senadora, es evidente y claro hacia dónde va la precampaña. Al tiempo.

Josefina Rodríguez Zamora, ha crecido entre la ciudadanía por su simpatía, por sus resultados, por el trabajo bien hecho en la entidad y por los buenos resultados que está entregando a nivel federal, es quizá la secretaria de Estado más activa y eso, se refleja en el incremento de sus simpatizantes día a día.

Y fuera de Morena, la historia no mejora.

En el PRI, la desgastada Anabell Ávalos domina las preferencias al interior de su partido con 39.13%, pero el partido carga con una senadora desgastada que no ha logrado reconciliarse con los votantes, sigue siendo distante, con discursos grandilocuentes pero vacíos, sin contenido, sin mensaje, sólo es un eco en el senado de Alejandro Moreno, pero no de los tlaxcaltecas.

Al PRI tlaxcalteca le urge una verdadera candidatura, el importante esfuerzo que hace todos los días Enrique Padilla Sánchez, no puede dejarse caer por elegir a alguien equivocado, aunque esté en las preferencias electorales de su partido.

Al PRI le urge pues, una candidatura de sangre nueva. No una candidatura como la de Anabell Ávalos.

En el PAN, Miriam Martínez Sánchez lidera con 33.65% también al interior de su partidito familiar, aunque el partido no logra levantar más allá de su votación histórica, pese a que insista en que su número de afiliados es el mayor de la historia.

Sueños guajiros le llaman.

Lo que sí es claro es que, cuando los nombres se ponen sobre la mesa, Sánchez García es el aspirante con mayor reconocimiento y voto potencial: 24.10%, por encima de Rivera (21.08%) y de Ávalos (10.24%).

No es una ventaja aplastante, pero en un estado donde la competencia se reduce a tres o cuatro apellidos conocidos, es suficiente para marcar ritmo.

El otro dato que nadie quiere ver: 23.49% de indecisos.

Casi un cuarto del electorado.

Un bloque que podría tirar cualquier pronóstico al piso… si alguien se tomara la molestia de hablarles en serio.

Porque esa es la otra lectura que deja la encuesta:

La desconexión es total.

La política habla sola.

La ciudadanía escucha otra cosa.

Y mientras los partidos se disputan candidaturas y alianzas, la percepción pública avisa que los problemas que más duelen —delincuencia, corrupción, servicios públicos que no funcionan— no se resuelven con carteles, círculos informativos ni discursos.

La gente quiere resultados, y hasta ahora nadie los está ofreciendo.

Morena lidera, sí. Pero lidera en un estado molesto, desconfiado, inseguro y sin rumbo claro porque alguien le está mintiendo a la gobernadora con números e indicadores falsos, alguien que le habla al oído y que está tan cerca de ella que le cree sus mentiras mientras la realidad es otra.

Un estado donde, si no hay corrección de timón, cualquier ventaja puede evaporarse en meses.

EL INFORME DE VICENTE MORALES

El primer informe de Vicente Morales Pérez en el congreso del estado el fin de semana pasado llegó sin pretensiones y, quizá por eso mismo, terminó siendo más sólido que el de varios que se cuelgan medallas sin haber caminado una calle.

No todos los días un diputado decide hablarle al distrito sin hipocresías y menos en un Congreso donde el eco suele sustituir al compromiso. Esta vez no fue el caso.

Morales eligió algo que casi siempre falta: Claridad.

No anduvo con la carreta llena de promesas rotas ni se escabulló en la palabrería legislativa.

Puso sobre la mesa lo que hizo, cómo lo hizo y por qué lo hizo, se agradece, porque la rendición de cuentas no tiene que sonar a misa, tiene que sonar a ciudadanía y aquí sí se escuchó.

Lo que más llamó la atención no fueron las obras ni las cifras —que ahí están, documentadas— sino la congruencia.

El diputado insiste en que “cercanía” no es una consigna, y aunque la frase ya la hemos oído en otros labios, él la respalda con la única prueba válida en estos tiempos políticos, con presencia.

El territorio se camina, no se presume, conoce su distrito y su distrito sabe cuándo un legislador realmente estuvo ahí.

El discurso también tuvo el atrevimiento, raro en estos tiempos, de amarrar su trabajo al proyecto de transformación sin caer en la propaganda.

Las reformas federales y estatales defendidas por Morales no fueron planteadas como un acto de fe, sino como decisiones que él sostiene desde una convicción propia. Esa diferencia lo separa del coro que repite sin entender y eso mi amigo lector, se le denomina congruencia.

Y sí, hay un punto que merece mención aparte, él sabe escuchar, no como adorno, sino como método.

Cuando un legislador reconoce que un representante que no oye se vuelve un cascarón vacío, está diciendo más de lo que parece. Está reconociendo que la política sirve solo cuando se conecta con la vida real, y que todo lo demás —el ruido, el espectáculo, el conflicto artificial— es basura que estorba.

No es común que un informe cierre con un compromiso de ser “Siempre cercano”, que parece sencillo, sostenerlo en territorio, en las calles, en el día a día, frente a las demandas diarias, no lo es.

NOMÁS POR JODER:

¿Qué tanto interés tiene el diputado millonario y empresario de gasolineras, el que traicionó una y otra vez al PVEM para después renunciar por berrinche porque no le dieron la dirigencia estatal, Jaciel González Herrera en joder la administración del municipio de Lázaro Cárdenas que le vio nacer?

¿Qué hace Gregorio Cervantes, el neo salvador encumbrado de Movimiento Ciudadano ante los alrededor de 40 amparos que tiene por diversas denuncias que van desde el despojo, falsificación de documentos oficiales y fraude que hay en su contra? ¿Qué espera el Órgano Superior de Fiscalización (OFS) para pedir a la FGJE que obsequie orden de presentación?

 

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Alejandro Aguilar Gómez, licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad del Altiplano, es periodista y empresario de medios con más de tres décadas de trayectoria. Fundador y CEO de Grupo Monitor, dirige los portales digitales Monitor Xpress y MX en la Noticia. Ha sido jefe de información en prensa escrita, director de noticiarios radiofónicos y consultor en marketing político y comunicación estratégica. Es Presidente Fundador del Colegio de Periodistas y Comunicadores de Tlaxcala A.C. (2025-2029) y ha recibido 2 Doctorados Honoris Causa por su contribución al periodismo en México. Reconocido especialista en comunicación social, marketing digital y gestión de crisis, combina la praxis periodística con la consultoría política y la innovación en tecnologías de opinión pública.

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