Balazos
Por Edgar Conde
¿Qué tan mal está la seguridad en Huamantla, que en las redes sociales se viralizó un video en el que un ciudadano declara que tuvo que ahuyentar a ladrones “a balazos”?
El dicho del afectado, que estuvo a punto de ser víctima de la delincuencia, es contundente: “la verdad es que la situación en seguridad en Huamantla está pésima”.
Probablemente, más de uno pensará que este texto no es más que un instrumento de golpeteo contra la administración municipal.
Para mala fortuna de quien piense eso, hay tres botones que confirman que en Huamantla la seguridad está “peor que antes”.
En las tres últimas semanas, sendos acontecimientos evidencian la falta de estrategia y plan para contrarrestar la inseguridad del “Pueblo Mágico”.
El primero de estos fue el asalto a mano armada que sufrió un ciudadano tras salir de una sucursal bancaria de esta ciudad.
Dos personas armadas, a plena luz del día, en calles del centro, cometieron el ilícito el pasado nueve de octubre.
El segundo hecho, fue un asalto a una tienda de abarrotes, ocurrido el 10 de octubre, cuando, también a plena luz del día, empleados y propietarios, fueron objeto de un asalto a mano armada.
Según palabras del propietario, por espacio de más de 40 minutos, él y sus trabajadores permanecieron atados y encañonados por los asaltantes y de la policía, ni sus luces.
El tercero, que ocurrió la madrugada del pasado 19 de octubre, fue el intento de robo de una camioneta, el cual fue frustrado porque el propietario ahuyentó a balazos a los ladrones.
Tras el intento de robo, el ciudadano publicó a través de sus redes sociales su odisea con un mensaje más que contundente: “Buenas noches a todos mis contactos, la verdad es que la situación en seguridad en Huamantla está pésima”.
Tres hechos escandalosos en diez días. En promedio, un acontecimiento delictivo cada tres días se registra en Huamantla.
Algo está mal en Huamantla. Al grado que hoy se normaliza que un ciudadano (que no violó ninguna ley), haga el trabajo que le corresponde a la policía municipal.
La delincuencia ya detectó varios puntos débiles en el actuar de la policía municipal: no hay estrategia, no hay sanciones.
¿Qué más puede estar mal?
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