• Opinión

• alexgomezmx
• 14 noviembre 2022

El día de ayer, en al menos 32 ciudades de la República mexicana, militantes de partidos y sociedad civil, salieron a marchar en defensa del Instituto Nacional Electoral (INE), organismo autónomo encargado de organizar las elecciones federales en nuestro México lindo y querido, además de facto, contra de la reforma electoral que ha propuesto el presidente López Obrador que dicen que ya desde abril de este año estaba en San Lázaro, pero que hoy por hoy, es el botín político nacional en disputa.

Para entender mi punto de vista sobre esto, debemos situarnos en que todos somos demócratas, nos asumimos como demócratas y defensores de la libertad de expresión, que debemos sujetarnos a un marco legal llamado Constitución, que como mexicanos estamos obligados a honrar y defender como parte de nuestra soberanía y libertades ganadas por la sangre derramada de innumerables héroes desde la independencia, la revolución y hasta nuestros días.

Algunos puntos principales que contiene la reforma propuesta por Andrés Manuel son los siguientes:

Desaparece INE y crea el INEC.

Se eliminan 200 diputados federales y 32 senadores (Plurinominales).

Los consejeros electorales serán electos por el “pueblo”.

Impulso al voto electrónico.

Desparecerán OPLES presumiendo un ahorro de 13 mil millones de pesos anuales.

Se reduce 76% financiamiento a partidos.

Se reducen tiempos oficiales en radio y tv.

Para resultado 33% para que sea vinculante en lugar del 44% actual.

Promueve lenguaje incluyente

Se ahorrarían 24 mil millones de pesos.

Sin apasionamientos, comentaré que cambiar las iniciales del INE para agregarle la organización de Consultas, es solamente algo decorativo, no influye más que en la generación de gastos adicionales al instituto que bien podría realizar una casa encuestadora, pero bueno, digamos que todo depende de cuántas consultas populares se le antoje al Jefe del Ejecutivo Federal realizar al año y si son como las que ya vimos, pues serán consultas a modo, al puro estilo venezolano o cubano.

Eliminar de un tiro 200 diputados federales y 32 senadores de la República, desde mi particular punto de vista, constituye un atentado contra el sano equilibrio de poder que debe permanecer constantemente en el Poder Legislativo para evitar el autoritarismo del gobierno en turno, llámese del que se llame y sea del color que sea.

Otra vez: Eliminar de un tiro los 200 diputados plurinominales que desea el presidente López Obrador, le representa a su partido pasar del 55% a 75 puntos porcentuales en su mayoría legislativa, por tanto, no habría discusión ni armonización de Leyes, puesto que todas las iniciativas presidenciales pasarían sin cambios.

Esto constituye un riesgo para la representación democrática de contrapesos que han existido tradicionalmente y pondría a México en la ruta del no retorno de una dictadura que se eternizaría en el poder como lo han hecho en Cuba los Castro, o en Venezuela los Chavistas como Maduro e incluso en Rusia como Putin.

Elección de consejeros Electorales por el pueblo. Hágame usted el favor… de no entrar en controversias. Está más que probado que la honestidad no tiene nada qué ver con la capacidad ni con la preparación, son cosas distintas, la honestidad es un valor moral que se tiene o no se tiene, la capacidad y la preparación son facultades adquiridas mediante la disciplina y la constancia.

Para que no me odien, no daré ejemplos de nadie del gobierno federal, pero sí debo recalcar que los ciudadanos son los que realizan las elecciones, los que votan, los que cuentan los votos y los que las califican, ¿no es el INE eh?, ojo en esto, el INE es sólo el organizador.

Pero para ser Consejero Electoral, es necesario conocer la legislación en la materia, y es por eso que los partidos políticos, como especialistas en elecciones y votos, son los que eligen a los Consejeros, dar la facultad a la ciudadanía de votar por ellos, nos dará una galería de gente con la que se simpatiza, seguramente honestos, pero sin capacidad ni preparación, serían sólo un puñado de personas que validarían lo que les ordenen desde el gobierno central, ¿Porque usted cree que van a ser ciudadanos apartidistas?, no cero, no señora, serían los candidatos de aquellos que más lleven a votarlos y como consejeros, responderían a los intereses del partido que los hizo ganar.

Respecto del voto electrónico, estoy muy de acuerdo, porque en esta era, es impensable en una democracia que aún no exista un mecanismo certero y confiable de sufragio electrónico. En esto hay que avanzarle e invertirle, ¿Porque no creo que sea gratis verdad?.

Desaparición de los OPLES, ¿Pero qué rayos son los OPLES? Son los Organismos Públicos Locales Electorales, mejor conocidos como Institutos Electorales de las entidades de la República, cada uno con el nombre del estado al que pertenecen.

Pues bien, las actividades de estos, se encuentran en la organización de las elecciones locales, de sus entidades federativas, pero como México es tan diverso, sólo aplican algunas de las directrices generales en materia electoral, sobre todo porque en la gran diversidad de nuestra cultura hay algo llamado Usos y Costumbres, que son los métodos en los que algunas comunidades eligen a sus autoridades locales y es por ello que el INE no puede asumir la batuta en la organización de las elecciones de todo el país, porque, como ya le decía, cada pueblo tiene su propio mole.

Y no es sólo cuestión de ahorro, porque según dicen sus promotores, se ahorrarían 13 mil millones de pesos anuales tan sólo en los OPLES, pero eso ¿En qué beneficia a la ciudadanía?, en nada, porque como en todas las elecciones, los OPLES dan certeza en las entidades de la República y evitan conflictos poselectorales que podrían terminar en violencia, cosa que afortunadamente, no es común que suceda.

La propuesta de reforma electoral obradorista señala que se reducirá en 76% el financiamiento a partidos políticos, pero en ninguna parte de la propuesta dice que el financiamiento a partidos políticos proviene del presupuesto del INE y que en este año ascendió a $5,821,851,704.00, y bueno, aunque no es mala la idea de reducir el financiamiento a partidos políticos, en la propuesta no viene una alternativa (hasta donde sé) de cómo podrían obtener los institutos políticos los recursos financieros para su operación e incremento de sus adeptos, porque recordemos que uno de los principios básicos de toda democracia es la pluralidad.

Cabe apuntar que en 2021, el 56% del presupuesto del INE fue para prerrogativas a partidos políticos, en 2022 ascendió a 41.84% de su presupuesto.

Si bien, el crimen organizado financió innumerables campañas políticas en 2021, y en cada elección se mueve dinero público, privado e ilegal, entonces, ¿Cómo blindará la propuesta del presidente las elecciones?

Eso no viene por ninguna parte ni tampoco es parte de la narrativa de quienes promueven la reforma electoral ni tampoco se encuentra en el imaginario de los líderes políticos de los partidos políticos.

También, la propuesta de reforma electoral de Palacio Nacional plantea la reducción en tiempos oficiales en radio y tv, tiempos que ni son respetados ni tampoco son aprovechados por los institutos políticos, toda vez que la burocracia que impera al interior de los medios del Estado imposibilita el uso debido y aprovechamiento de ellos, por tanto, han sido y son un cero a la izquierda en términos de democracia y participación política nacional y/o local.

En el asunto de las Consultas populares, el documento del mandatario mexicano expone que el resultado de las consultas populares deberá tener un efecto vinculante a partir del 33% para que en lugar del 44% actual.

Esto además de abusivo, se antoja manipulable, cualquier minoría sería capaz de atropellar los derechos de las mayorías, —sigamos con mente demócrata amigos—, ¿Dónde se ha visto que las minorías tengan mayores derechos que las mayorías?

De hecho, deberíamos regresar a la mayoría del 50+1 para que las consultas populares sean vinculantes, e incluso, tengan alcance legal de mandato constitucional cuando se rebase el 70%, ahí si creo que las consultas deberían ser vinculantes, pero no con un 33%.

Por ahí una diputada federal morenista dice que entre los puntos principales de la propuesta electoral es que promueve lenguaje incluyente, pero con la pena, he de decir que el español, el lenguaje español, el castellano, el español mexicano o el castellano mexicano, como quiera que quieran decirle, es un lenguaje incluyente, tan incluyente que es plural y eso no está sujeto a modas mamonas de un uso faccioso de la lengua.

Finalmente, dice la propuesta del presi, que se ahorrarían 10 mil millones de pesos, no establece de dónde sería eso, si sería por la desaparición de los OPLES que significan alrededor de 13 mil millones de pesos, o bien de la reducción del financiamiento a partidos políticos o la suma de todo, de hecho, habría que verificar cuánto cuesta un sufragio en México, que según los expertos, el señalar una cifra por voto, es resumirlo a una mera cifra anárquica y desleal a la realidad, porque cada sufragio cuesta distinto en cada localidad del país, debido a las diferencias culturales, étnicas, sociales y de desarrollo económico.

En conclusión, mi estimado lector, tu que has sido de los pocos en llegar hasta esta línea, quiero expresarte mi gratitud porque en este país, cada persona lee menos, olvídate de compresión lectora o bien de un sentimiento de superación —aspiracionistas nos llaman ¿No?—, la defensa del INE y el rechazo a la reforma electoral representa un nuevo mecanismo de control por el cual, Morena y sus asociados pretenden imponer su nuevo orden de gobierno, centrando el poder en una sola persona, poniendo en peligro la democracia y las libertades en México.