Con violencia no morenas
Nunca en la historia de Tlaxcala se había presentado un hecho en el que la política se nos ha presentado a nivel de cloaca, de alcantarilla, de aguas negras, de heces y pestilencia.
Lea usted a continuación bajo su propia cuenta y riesgo, una serie de conjeturas propias sin que signifiquen acusaciones y/o pruebas de absolutamente nada, son una serie de dudas y observaciones que pretenden comprender hacia dónde va el camino político y por ende de la seguridad en Tlaxcala.
Al acto intimidatorio perpetrado en contra de la alcaldesa capitalina, Anabell Ávalos Zempoalteca y a su equipo de trabajo —más de 16 personas tengo entendido— por un escuadrón de delincuentes altamente capacitados en técnicas policiales y por qué no decirlo, militares, sólo para llevarse documentación relativa a su informe anual de trabajo y teléfonos celulares, no es lo único que se llevaron.
Se llevaron además la seguridad de los tlaxcaltecas, se llevaron la tranquilidad de un pueblo muy claro en expresiones y debates, muy decidido y muy abierto.
Se metieron hasta con los hijos de Anabell, trascendió en conversaciones informales de algunos involucrados, que encañonaron a sus vástagos y le dijeron que le bajara (que se bajara pues).
El plan ya venía trabajado con semanas de anticipación, al menos dos, y es evidente que quien lo ordenó, tiene los recursos y la maldad metida en el alma. Será que esa persona, que muy probablemente es otra mujer de un grupo político antagónico, pretendió a través del terror como arma, ¿Amedrentar las aspiraciones políticas de la Presidenta municipal de Tlaxcala? La respuesta es sí.
Esa malóvola persona, que seguramente tiene mucha cercanía con el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa, ¿Quiere hacer lo mismo que le hicieron al matrimonio Moreno Valle-Alonso? ¿Quieren matar a Anabell Ávalos y a sus hijos?.
Al menos 2 autos están involucrados en la huida de los delincuentes que se fueron en un primer momento (presuntamente) en una camioneta suburban roja con blanco, que fue abandonada en una calle aledaña al Boulevard Beatriz Paredes junto con la documentación sustraída, los celulares robados, equipo táctico y chalecos antibalas como los que usa la policía.
Por supuesto que no fue un atraco normal, fue un plan urdido desde la mente maestra de alguien que sabe las viejas rencillas políticas que se traen Anabell y una morenista quien no deja de ser sospechosa del asesinato de su madre, pero hay una tercera en discordia, bastante interesada en sacar de la contienda a las dos y que también tiene amistades de reputación cuestionable.
¿Se acuerdan del dicho del que tira la piedra y esconde la mano? Sin defender a Lorena, pero tratando de ser lo más objetivo posible, ¿Quién gana más en una guerra entre Anabell y Lorena? —¿Me siguen?—.
Insisto, este hecho violento es inaudito y se antoja inverosímil en la política tlaxcalteca, nunca nadie, actor o en este caso, actriz política, había atentado en contra de una contrincante. Porque pareciera que el peor enemigo de una mujer es otra mujer.
Los actores políticos de Tlaxcala, guardan una muy seria relación de antagonismos históricos, dado y creados en el seno del PRI de donde TODOS o casi todos han emanado, pero existen reglas no escritas de las que nadie habla, pero todo mundo atiende: El respeto, la no venganza y la paz por encima de las elecciones. Pero hay alguien que no las sabe por ser el forastero del cuento.
Para concluir, Morena, es el partido político que ha venido con un hambre desmedida de poder, control y venganza, ya no es un partido de izquierda, es un partido radical, centralista y absolutista al que nadie puede ni debe cuestionar porque se convierte en su enemigo.
No les ha resultado muy bien eso de controlar o callar a los medios, porque su propagandista es reacio a la inteligencia y al sentido común de las nuevas tecnologías, pero sí se les da eso de volver hermanos contra hermanos. Su odio genera odio.
Polarizar en las elecciones de 2021 es la forma en la que quieren hacer gobiernos, mi recomendación es leer, comparar informaciones vertidas por profesionales de la comunicación, no emisiones propagandísticas que en lugar de comunicados de prensa o boletines, parecieran panfletos de la segunda guerra mundial cuando Goebels a través de mentiras e infundios atemorizaban a civiles y buscaban desmoralizar a las tropas.
La información objetiva es lo que debe priorizarse en esta época electoral que fue inaugurada de manera anticipada ante la complacencia de una autoridad electoral ciega, sorda y muda.
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