Día de muertos y pandemia #GiselaLucero #Tlaxcala
Por Gisela Lucero
En medio de un caos producido por el Covid-19, la pandemia, aún en la que estamos inmersos por la incertidumbre de participar o no en el tan esperado Día de Muertos.
Una tradición donde se entrelaza la cultura prehispánica con la española.
Al consumir productos locales nos estamos apoyando los unos a los otros, es en perspectiva, fortalecer a la comunidad.
Un ejemplo de ello, es San Juan Ixtenco ya que las ofrendas son más ricas en presentes, pues destacan los panes, guisos y el inolvidable néctar de los dioses o pulque. En San Juan Totolac, el pan nunca falta, por ser un lugar de panaderos donde se produce el tradicional “pan de fiesta”.
La “Fiesta de Todos los Santos” se caracteriza por la muestra del folklore, las ofrendas y lo más importante, por el desarrollo económico local con excelentes exposiciones artesanales, turísticas, agrícolas, las ganaderas, sin olvidar por supuesto los eventos deportivos, artísticos, culturales y la tan exquisita gastronomía que nos distingue.
Para el día de muertos, no deben faltar los alebrijes, artesanías que representan el mundo de los vivos y de los muertos, ya que se dice, ayudan a guiar el camino.
Otra cosa, las rimas y calaveritas son sátiras, pues, sólo en México se podría ver a la muerte con tal grado de humor y cercanía.
Entonces, ¿Dónde podemos ir a comprar nuestro pan de muerto, la fruta para la ofrenda, el incienso o la flor de cempasúchil para el festejo de todos los santos? En nuestro mercado local, en la verdulería de la esquina, en la tiendita de la esquina y el pan con nuestro panadero de confianza para degustar esas ricas hojaldras recién salidas del horno.
No hay que olvidar la pandemia, seguir respetando las medidas sanitarias pero lo más importante fortalecer la economía tlaxcalteca local consumiendo lo nuestro.
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