Ejemplo
Dice la conseja popular: “las palabras convencen, pero el ejemplo arrastra”.
Viene a colación el dicho, luego de que, de nueva cuenta, integrantes de la administración municipal de Huamantla se vieran inmersos en sendos escándalos.
Dos botones que demuestran un grado de descomposición e ingobernabilidad de dimensiones aún desconocidas.
En uno de esos videos, unos policías fueron evidenciados haciendo uso excesivo de la fuerza, mientras ejecutaban una inexplicable acción.
En el otro video, una funcionaria de la presidencia municipal en plena fiesta (sin los protocolos de sanidad) disfrutando sin control los placeres de Baco.
En sí, ambos actos no tendrían por qué ser criticados por la ciudadanía. Y menos endilgados al presidente Salvador Santos Cedillo.
Pero, sin lugar a dudas, en este momento entra el sentido del dicho popular: “las palabras convencen, pero el ejemplo arrastra”.
¿En qué posición están dejando al presidente municipal sus colaboradores mostrando actitudes inexplicables?
¿Acaso es que están replicando el actuar de un jefe que no ha podido tener bajo control a sus colaboradores?
¿En ambos casos, los servidores públicos actuaron por consigna o motu proprio?
En el caso de la funcionaria ahora denominada #LadyChampaña, ¿la fiesta y lo que ahí se consumió fue un gasto personal o “con cargo al erario”?
Por lo que respecta a la agresión que sufrieron dos mujeres, una de la tercera edad y otra embarazada, ¿cuál fue la justificación o el sustento legal para un actuar violento?
¿Dónde quedó el ofrecimiento , en campaña, del entonces candidato y ahora alcalde, Salvador Santos Cedillo de “tener a prueba a todos los funcionarios y al primero error darles las gracias”?
¿Sabrá el munícipe lo que se juega de seguir tolerando este tipo de acciones?
La ciudadanía tiene puestos los ojos en un mandatario que, al día de hoy, pretende gobernar con otros recursos y no con la Ley.
Y como asegura la sabiduría popular: “el que con lobos anda…”
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