El PAN, crónica de una traición anticipada
Qué lamentable es ver que en el Partido Acción Nacional (PAN), el mismo que fundó Manuel Gómez Morín, el que hizo Carlos Castillo Peraza y el que humanizó Manuel J. Clouthier, hoy sea solamente una horda de vendepatrias y oportunistas.
Desde la propia cabeza del CEN, en la que Marko Cortés Mendoza, hizo consentir a Juan Carlos Sánchez García, el Saga, que él sería el candidato.
Se chamaquearon al Saga pues. Hoy decidió mandarlos al diablo. ¿Tarde? -Quizá No.
El PAN se ha convertido en cueva de mercenarios, ya lo decía yo hace unos meses atrás, que en ese partido se fraguaba una traición anticipada, desde el momento en que dos secretarios, uno en funciones (Miguel Ángel Polvo Rea, discípulo de Rafael Moreno Valle y ex patrocinador financiero en 2016 de Lorena Cuéllar Cisneros —Hoy candidata de Morena y en 2016 por el PRD—) y el otro, su predecesor, Víctor Fernández Ordóñez, pariente consanguíneo de la candidata de Morena, Cuéllar Cisneros, bajo la coordinación de la mente criminal que sólo el alcalde de Apizaco, Julio César Hernández Mejía, podría tener y ante la mirada complaciente de un dirigente estatal que nunca debió haber sido, pero que es, bajo el apoyo desmedido de otra morenista, Claudia Pérez Rodríguez.
Sin dejar de pasar por la tercia de los jinetes del mal, los hermanos re-igual pues, comandados por el chaquetero mayor disfrazado de independiente, Miguel Ángel Sanabria Chávez, quien a su vez, tiene de soplón incondicional a otra lacra vividora del presupuesto y que quiere sucederlo, se trata de Fernando Díaz de los Ángeles, quien siendo también Secretario del Ayuntamiento de Santa Cruz Tlaxcala, traicionó a su tío, Lauro Martín de los Ángeles, e incluso, según la vox pópuli, se dice que ese sujeto, traficaba con las acciones de jornadas laborales que el Instituto de la Mujer de Tlaxcala, en tiempos de Mariano González Zarur, le asignaba a ese municipio por el orden de los $250,000.00 trimestrales.
Ahí está el también traidor del PAN, Sergio González Hernández, como zángano por antigüedad, pero con clara personalidad de Judas Iscariote, quien torció la verdad del PAN para reclutar a los más abusivos y hambreados de poder como él para sumarse a Morena.
Finalmente se encuentra la “ungida” candidata del PAN, Minerva Hernández Ramos, de quien diremos que nunca tanta maldad cupo en un envase tan pequeño, si no me cree, pregúntele Alfonso Sánchez Anaya.
Y no, la mafia del poder no es el tan maldecido PRI que tiene fundamentos de izquierda en sus principios básicos, tampoco el PRD forma parte de esa mafia, y al menos, ha sido coherente con sus tribus y corrientes internas.
Todos estos actores, se han confabulado de tal manera que, en caso de que no se fragüe la mega alianza antes del 23 de diciembre, estimado lector, usted tenga elementos para votar o no por los candidatos del PAN o Morena, sitios donde la prostitución política pareciera haber alcanzado niveles aberrantes, con tal de hacer gobernadora a Lorena Cuéllar.
En radio pasillo, se dice que, para ir a la mega alianza, Minerva Hernández, habría pedido el 40% del aparato de la administración pública de su gobierno, con el fin de que el PRI y PRD rechacen la propuesta e irse únicamente bajo las siglas del albiazul.
Pero, además, la cerrazón para dar la candidatura al Saga, sólo habla de la evidente estrategia que tiene la cúpula panista en la que afirma su máxima “Perdiendo también se gana”. Sacan de la jugada al Saga, ponen de candidata a Minerva para hacer perder a Anabell y por ende, ella también perdería, porque sólo minará la suma de votos de la mega alianza.
El PAN, en este proceso electoral 2020-2021, será el mayor chaquetero de la historia política de Tlaxcala, en la que sus tres escenarios internos son:
- Ir a la mega alianza, para adjudicarse candidaturas de alta rentabilidad electoral, pero traicionar en la movilización del día de la elección a Anabell Ávalos Zempoalteca, incitando a votar por Lorena Cuéllar.
- No ir a la mega alianza, para atacar desde la candidatura del PAN a Anabell Ávalos Zempoalteca en una serie de debates públicos en los que Minerva sería la marabunta en temas fiscales sobre la priista, mientras que haría lo mismo con Lorena, a quien habría de couchear previamente, para que, al llegar al día de la elección, los electores panistas, sean movilizados en favor de Lorena.
- Imposibilitando la candidatura del Saga, dan por sentado que los panistas son una borregada carente de inteligencia, sentido crítico y raciocinio. (Creo que las dirigencias del PAN siempre han visto así a sus compañeros de partido).
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