El Tlaxcala en el imaginario de Lorena

El Tlaxcala en el imaginario de Lorena

La gobernadora de Tlaxcala, Lorena Cuellar Cisneros, piensa, cree, siente, que su gobierno es el mejor por el simple hecho de ignorar las demandas ciudadanas y se niega a reconocer lo que está del otro lado de su burbuja de cristal.

Seguramente en su oficina ha de haber un espejo al que le pregunta una y otra vez, quién es la mejor gobernadora que ha tenido la entidad.

Sus esbirros y esbirras, corren presurosos a cada momento para satisfacer las necesidades primarias de la mandataria que en la opulencia de su encargo, demanda.

Mientras tanto, ciega, sorda y muda ante las demandas ciudadanas, vapulea con sus mensajeros, sus yerros más recónditos para denostar, agredir y atacar con toda la fuerza del poder a quien se atreve a criticar su insano ejercicio del poder.

Lorena ha perdido en su inmensa esencia la mujer que alguna vez fue, se perdió en el camino hacia el poder y hoy se ha vuelto la peor gobernante que haya tenido Tlaxcala, el cerco implementado para quienes considera sus enemigos es férreo e inflexible, su sin razón la ha llevado a los extremos de la ausencia del liderazgo, de visión y de inteligencia, no hablemos de sensibilidad social, esa la perdió desde que decidió hacer negocio con la desgracia de los pacientes de insuficiencia renal, que para eso sirvió su estudio de 2016, como estudio de mercado para vivir de la desgracia de los más necesitados.

El ocultismo es una de sus más rancias creencias, tal vez por eso, es su necedad de ponerse esos hilitos rojos, las bolsitas con semillas, huesitos de quién sabe qué y de quién sabe dónde sacaron, de yerbitas y de tantos idolitos.

Las limpias, la lectura de cartas y hasta lo más novedoso de las líneas de la mano, no son formas de detectar lo que un gobierno hace bien o mal, la crítica es resultado de la omisión en las responsabilidades de gobierno que, evidentemente, sólo sirven para intereses personales facciosos y económicos.

En el Tlaxcala real, los hospitales no tienen los enseres suficientes para operar adecuadamente, el ITAES sigue con serias deficiencias, amén de que todos los hospitales públicos necesitan, piden a gritos mantenimiento, ni se diga de los derechos de los trabajadores, porque ahí si, si no hay compadres en las dirigencias, se aplica todo el poder en contra de los opositores.

Qué vergüenza sus médicos cubanos señora gobernadora, pero además, qué abuso del poder es que se deje ejercer a extranjeros servicios de salud pública del que evidentemente no están capacitados, no se lo deseo, pero ojalá, alguna vez, esos mismos médicos cubanos se ocupen de su salud y no sean los gringos.

Ya ni hablemos de la inseguridad en el inexistente Tlaxcala del imaginario de Lorelandia, aquí eso no existe, ¿Los cuerpos de personas asesinadas, desmembrados y torturados, los vienen a tirar los poblanos verdad?

La presencia del crimen organizado sólo es evidencia de la permisibilidad, cohecho y acuerdos que deben tener con alguien de muy arriba en el gobierno.

Hoy los tlaxcaltecas no sólo estamos en desventaja, estamos desprotegidos.

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