En detrimento de la sociedad
¿Qué hacemos discutiendo asuntos estériles y generando confrontación entre nosotros?
Esta pregunta me la he hecho como ciudadano muchas veces cada vez que hay algún representante popular promoviendo sandeces en espacios públicos.
Y no importa si es en contra solamente de periodistas, defensores de derechos humanos o activistas de la sociedad civil.
Antes de actuar, se debe pensar; antes de abrir la boca, se debe razonar lo que se va a decir.
Tlaxcala hoy es escenario de un montaje escénico lleno de drama en el que se exasperan los ánimos ante un evidente intento de matar la libertad de expresión y de quienes la humanizamos.
Aunque muy tarde (Y no justifico), Lorena Ruiz García, ayer retiró su iniciativa de Ley para agregar el Artículo 187 bis al Código Penal del Estado de Tlaxcala, sin reconocer el gravísimo error, la retiró como concediendo su graciosísima majestad de no continuar con ella.
Eso habla de una ausencia de humildad, pero simultáneamente, de una gran presión social en contra de la cancelación o limitación las libertades y derechos contenidos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
No obstante con ello, hay un hecho más lamentable en todo esto, y es que como sociedad se nos están olvidando cosas también muy importantes en las que deberíamos trabajar en esquemas que nos ayuden a fortalecer la seguridad comunitaria, la excelencia educativa y el apoyo económico permanente a estudiantes de excelencia académica.
Estímulos económicos y financiamiento accesible, pronto y eficaz para el reimpulso de PyMES y generación de empleo formal.
Hoy, Tlaxcala se encuentra en la encrucijada de seguir con los brazos cruzados, continuar con la confrontación o bien, encontrar los mecanismos de seguridad y productividad que demandan los jóvenes universitarios que están en vías de incorporarse a la cadena productiva.
Tlaxcala merece más. No podremos transitar en esta vida en escenarios positivos si solamente estamos buscando cómo arruinar la vida a los demás, si son servidores públicos, están sujetos al escrutinio público y a quien no le guste estar en la escena pública para no ser observado, grabado, fotografiado y cuestionado, debe dejar la escena pública.
El tema de la vida pública debe ser Tlaxcala y los tlaxcaltecas, no una persona, no un partido, no un proceso electoral, no un grupo.
Es posible que en cierto momento, la sociedad se canse de ser manipulada, desinformada y sometida, eso puede llegar cuando ya no alcance el dinero público y las circunstancias económicas sean limitadas.
¿Por qué esperar y presionar desde el poder a la sociedad?, se pueden obtener muchos mejores beneficios dedicando el tiempo a ser productivos, creativos y haciendo el bien a quienes lo necesitan.
Se puede más con miel que con hiel.
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