• Opinión

• alexgomezmx
• 07 noviembre 2024

EL PRI DEBE ENCABEZARLO PADILLA

Mucha falta le hace ya al PRI recuperar y pegar los pedazos rotos de ese partido tan lastimado que algunos se han encargado de dejarlo en las condiciones en las que se encuentra.

Desde hace al menos unos 7 años para acá, ese instituto político dejó de ser una oferta política viable para los tlaxcaltecas.

Actualmente, el tricolor vive una de sus peores etapas y es por eso que en su dirigencia estatal, se antoja un liderazgo con oficio político, que no sea un improvisado y sobre todo, que no busque un cargo de elección popular (al menos en el corto plazo).

En las filas aún hay personas que tienen un currículum amplio y probada institucionalidad y lealtad a esas siglas que, aunque algunos aborrecen, otros las siguen amando y defendiendo.

Y cómo no hacerlo si el PRI —Aunque a algunos les duela— pasó de la hegemonía partidista y del poder a una democracia que en un momento nos hizo a los mexicanos acariciar la idea de salir del tercermundismo.

Y aunque hay varios nombres que me rondan en la cabeza, el único priista de cepa que reúne los atributos es Enrique Padilla Sánchez, que al igual que su partido, unos lo aman y otros lo odian, pero que sin duda alguna, es un ente político de oficio y trayectoria.

Padilla Sánchez, no sólo conoce a toda la clase política local, sino que mantiene una sana relación con la gran mayoría de los liderazgos políticos de la entidad.

Es sin duda, el relacionista público que le hace falta al PRI para recuperar en primer lugar, la dignidad y en segundo, a reconstruir desde las bases y los sectores a ese partido vigoroso de antaño.

Espero que Alejandro Moreno Cárdenas, dirigente nacional del PRI, no esté pensando en dejar a los añejos y hasta rancios cacicazgos que han venido manejando el partido como franquicia personal, sino que considere de una vez por todas y visualice hacia dónde debe caminar su partido en el futuro cercano y sobre todo, si desea recuperar la confianza de los electores.

Nada mal le caería a ese partido recapitular sus logros y triunfos en beneficio de los tlaxcaltecas y los mexicanos, de rescatar las historias familiares y de amigos que una vez caminaron hacia un progresismo escalonado que llevó a México a escenarios internacionales de competencia y autosuficiencia.

RAYMUNDO VÁZQUEZ, EL DIPUTADO FANTASMA

Sólo una cosa tiene qué hacer el petista Raymundo Vázquez Conchas en la cámara de diputados federal, levantar la mano y ni para eso ha servido.

El pasado 23 de octubre, durante la sesión de aprobación de la reforma de la Ley de Vivienda, allí estaba el voto a favor de la iniciativa de Morena de Vázquez Conchas, pero al igual que algunos otros legisladores, no se encontraban en el Pleno de la cámara de diputados en san Lázaro.

¿Dónde estaba Raymundo Vázquez Conchas?

¿Con quién estaba Vázquez Conchas si no estaba en el Pleno?

¿Quién votó por Raymundo en su ausencia?

¿El Ray estaba con alguna dama o bebiendo con quien?

Ya la fracción parlamentaria del PAN, pidió que se integre una comisión para investigar el voto fantasma del Ray y otros legisladores afines a Morena.

Es que no es posible que si su único trabajo es levantar la mano para aprobar todo lo que suba morena al Pleno, ni siquiera en su miseria sirvan para ello.

Ya no importa que sepan leer o escribir algunos, que sean románticos o no con sus subalternas o que les guste el trago, pero es el colmo que ni siquiera para votar a favor de las iniciativas de a quienes se debe lo hagan.

TRUMP PRESIDENTE

La llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos de América, causa desazón en no pocos, pero veamos —Antes de hacer conjeturas superficiales— los pros y contras de su segundo mandato al frente de la Casa Blanca:

CONTRAS:

1. Migración: Trump ha prometido endurecer las políticas migratorias, lo que podría resultar en deportaciones masivas de migrantes mexicanos indocumentados. Esto no solo afectaría a las familias, sino también a la economía mexicana, que vería disminuidas las remesas enviadas desde Estados Unidos.
2. Comercio: La posibilidad de que Trump imponga el 25% de aranceles a productos mexicanos podría afectar gravemente las exportaciones de México a Estados Unidos.
3. T-MEC: Trump ha expresado su intención de renegociar o incluso abandonar el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Esto podría desestabilizar la economía mexicana, que ha dependido del T-MEC para aumentar sus exportaciones y fortalecer su competitividad.
4. Narcotráfico: Trump ha amenazado con imponer sanciones si México no detiene el flujo de fentanilo y otras drogas hacia Estados Unidos, cabe recordar que dijo que el narcotráfico sería declarado terrorismo por su administración e incluso autorizaría operaciones militares en nuestro país.
5. Inversión Extranjera: La incertidumbre generada por las políticas proteccionistas de Trump podría disuadir a las multinacionales de invertir en nuestro país, sobre todo la industria automotriz china que pensó que podría producir en México y exportar a los Estados Unidos bajo las normas del T-MEC.
6. Nearshoring: La guerra comercial entre Estados Unidos y China podría tener una ambivalencia para México, ya que las empresas estadounidenses podrían buscar relocalizar sus operaciones aquí para evitar aranceles y reducir costos, pero en contrasentido, incrementaría aranceles a productos mexicanos e industria China.

PROS

1. T-MEC: A pesar de su retórica proteccionista, Trump firmó el T-MEC, lo que ha fortalecido las relaciones comerciales entre México, Estados Unidos y Canadá. Este tratado puede seguir brindando oportunidades de crecimiento para las exportaciones mexicanas, siempre y cuando México adopte medidas en contra del narcotráfico y la migración.
2. Inversión en Infraestructura: La administración de Trump ha mostrado interés en mejorar la infraestructura fronteriza, lo que podría facilitar el comercio y el tránsito de bienes entre ambos países.
3. Competitividad: La política de Trump de imponer aranceles a China podría hacer que los productos mexicanos sean más competitivos en el mercado estadounidense, aumentando las exportaciones de México a Estados Unidos, siempre y cuando, sean ellos los más beneficiados.
4. Colaboración en Seguridad: La cooperación en temas de seguridad y combate al narcotráfico podría mejorar —Forzadamente—, beneficiando a ambos países en la lucha contra el crimen organizado y migración

Perdóneme usted por favor lo que voy a escribir enseguida, pero no es más que la verdad.

Trump va por su segundo mandato y ya tiene experiencia en gobernar a EU, por tanto, sabe que la popularidad es una prioridad para que su gobierno sea exitoso y logre sus metas.

Es por ello, que no dudará ni un momento en condicionar severamente a México para lograr que se vulneren sus fronteras en materia de narcotráfico y migración.

No importa si los migrantes son o no mexicanos, Trump va a devolverlos a todos a nuestro país, lo que podría constituir una crisis migratoria y humana anunciada.

Por otra parte, el combate al terrorismo será pan de todos los días, así como Israel ha tomado en sus manos la defensa de su territorio en contra de un gran número de países que lo rodean y que patrocinan el terrorismo de Hamas y Hezbollá, Donald Trump no dudará ni un segundo en realizar acciones de bombardeo aéreo a objetivos específicos en suelo mexicano.

Con ello, México estaría pasando de ser un vecino y socio comercial a un objetivo militar y de seguridad nacional prioritario para los Estados Unidos, que no dudará en ejercer la mayor presión posible para “doblar” a la presidenta Claudia Sheinbaum.

Yo no sé usted, amable lector, pero creo que Donald Trump ganó el voto latino porque ellos verán su mano de obra mejor cotizada y se harán acreedores a mayores derechos en Norteamérica; pese a que el presidente electo de EU ha sido catalogado como misógino, el 54% de las mujeres blancas votaron por él, lo cual indica que los estadounidenses aún creen que se necesita una mano firme para dirigir al país.

Por otra parte, es notorio el rechazo a legalizar y a la realización de reformas en beneficio de algunas minorías sectarias e incluso, a legalizar el aborto.

La mayoría de los estadounidenses aún creen en el valor supremo de la familia y la preservación de la vida.