¿Hacia dónde va la transparencia? #Opinion #ColumnaVicisitudes
Por José David Cabrera Canales
Segunda parte y última
En la entrega anterior, hicimos un breve repaso por la travesía que ha pasado la Transparencia en nuestro país y en nuestro Estado, —sin duda el recorrido no ha sido del todo fácil— también vimos qué es el DAI y vimos los cinco tipos o modalidades de Transparencia, ahora vayamos a los desafíos que enfrenta y enfrentará la Transparencia y el DAI con el cambio de funcionarios de más del 78 % de los sujetos obligados que tiene Tlaxcala en materia de transparencia (que en total son 145), que se renovarán a partir del 30 de agosto, Poder Legislativo y 31 de agosto, Poder Ejecutivo local (administración pública centralizada y descentralizada) y Ayuntamientos (con sus 60 municipios y que representan el 41.37 % del total de los sujetos obligados existentes en el Estado de Tlaxcala).
El cambio de los titulares de las instituciones del sector público local, además de los mandos medios y superiores (personal de confianza en su mayoría), tendrá un efecto negativo en el cumplimiento de las obligaciones de Transparencia de los entes públicos, lo anterior, por la sencilla razón de que con los cambios de servidores públicos se pierde el conocimiento adquirido por quienes ocuparon los distintos cargos, entre ellos los titulares de las unidades de Transparencia (TUT), que son el vínculo directo y cercano entre el sujeto obligado y las personas que solicitan información pública, el TUT se encarga de recabar la información pública que el sujeto obligado debe difundir, también se encarga de propiciar que las áreas que integran al sujeto obligado actualicen periódicamente la información pública y publicada, se encargan de recibir y dar trámite a las solicitudes de información, —entre otras funciones relevantes— para poder dar cumplimiento a la Transparencia y para garantizar el DAI.
También habrá cambios en los Comités de Transparencia, que son los órganos colegiados integrados por un número impar de servidores públicos, que además entre sus integrantes no deben guardar relación jerárquica, es decir, deben tener el mismo nivel en el organigrama, quienes presiden los Comités de Transparencia en su mayoría son los titulares de los sujetos obligados o funcionarios de mandos superiores, los que con los cambios en las administraciones estatal y municipales, serán los primeros en ser relevados, todos estos cambios de servidores públicos generarán una afectación para el debido cumplimiento de las obligaciones de Transparencia y para la garantía efectiva del DAI, también se perderán los esfuerzos realizados por el Organismo Garante de la Transparencia, el Instituto de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales del Estado de Tlaxcala, ya que el trabajo de coordinación, de capacitación y de acompañamiento a los servidores públicos de la presente administración, se verán afectados, por la salida de quienes durante cuatro años con ocho meses, formaron parte de la presente administración y que concluyen sus funciones el 29 de agosto, para el Congreso del Estado y el 30 de agosto, para el Poder Ejecutivo y para los Ayuntamientos.
Sin duda se perderá mucha información en los procesos de entrega- recepción (no abundo en este tema, ya que me llevaría el espacio de otra columna completa), los portales de internet institucionales de algunos sujetos obligados, desde este momento ya no están en funcionamiento, otros se perderán con el cambio de la administración, es posible que algunas —ojalá esto no ocurra— de las cuentas de las redes sociales digitales (RRSSDD) de los sujetos obligados se pierdan y con ello la información alojada en esos medios de comunicación (que es información de interés público), además el trabajo, el tiempo y los recursos públicos aplicados para generar un vinculo de comunicación e información entre los sujetos obligados y las personas, ya que las RRSSDD se han convertido en medios relevantes y de interés general, tan es así que a través de dichos medios de comunicación, se debe privilegiar el principio de máxima publicidad por encima del derecho a la privacidad de los servidores públicos, por lo que su permanencia y su funcionamiento afecta el derecho de acceso a la información de las personas, con todo lo anterior, el camino que tendrá que tomar la Transparencia no se visualiza fácil y sin contratiempos, por el contrario, vienen tiempos en los que se darán pasos hacia atrás de lo que se ha avanzado, vendrá una pausa y un mayor incumplimiento en materia de Transparencia del que actualmente tenemos, ya que uno de los mayores problemas que existen en la administración pública en general, es la falta de un servicio profesional de carrera y por consecuencia que la mayoría de los cargos públicos se ocupan por razones que no tienen que ver con el perfil y el conocimiento, lo que deriva en un primer acto de corrupción.
Como sociedad no podemos evitar los cambios cíclicos institucionales, de hecho gran parte de esos cambios dependen de nosotros, como parte del gran elector que es la sociedad, sin embargo, lo que si depende de nosotros como sociedad es ir más allá de las urnas e incidir en la vida pública, convirtiéndonos en los grandes observadores de las acciones de los funcionarios, debemos exigirles Transparencia proactiva, rendición de cuentas efectiva, debemos ser una sociedad vigilante, someter al poder al escrutinio público de forma permanente; la mayoría (la sociedad) puede observar y vigilar los actos de quienes representan a las instituciones públicas, a la minoría (servidores públicos), la Transparencia es el medio para lograr el fin, que debe ser, tener acceso a todos los derechos humanos consagrados en la Constitución federal, a través del derecho a saber o derecho de acceso a la información, que ha sido denominado un derecho humano llave.
* Analista, profesor de tiempo completo de la Universidad Autónoma de Tlaxcala, presidente de la academia de política.
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