Invitación
Algo malo ocurre en el gobierno municipal de Huamantla.
El oficio político y el sentido común se alejan, irremisiblemente, del Palacio Municipal.
En su paroxismo de protagonizar “un gobierno diferente, un gobierno joven”, hay supuestos “asesores” que en lugar de beneficiar, cada vez más hunden a su jefe, el presidente municipal.
Esta columna confirmó, cuando menos que dos personas y otra más sin identificar, una situación muy sui géneris: la muy amable (des) invitación (si cabe el término) para la inauguración del bulevar Colossio de la cabecera municipal.
La justificación: opacan la imagen del presidente municipal.
De ese nivel está la política en Huamantla.
Según datos recabados, mediante personeros, el gobierno local hizo llegar la petición, para que ciertas personas se abstuvieran de asistir a la inauguración de la obra en comento.
“La historia nos pondrá cada quien en su lugar”, dijo una de las fuentes consultadas que corroboraron el hecho.
El mensaje, sin duda, fue: “que no estén cerca quienes me pueden hacer sombra”, insistió dicha fuente.
La pérdida del oficio político será lo que dé como resultados el actual gobierno local.
“La gente tenía una expectativa, quería algo diferente, pero aquí estamos peor”, dijo uno de los receptores del mensaje presidencial.
Manuel Alcántara Sáenz, en su libro El oficio de político (2012), plantea la necesidad de contar con políticos profesionales para el funcionamiento de la democracia representativa”.
Y esa “profesionalización” debería redundar en una excelente organización y buenos resultados de la gestión al frente de cualquier ente público.
Si la encomienda partió de alguno de los empleados de la presidencia municipal, lamentable. Más todavía si la instrucción surgió del presidente.
Por lo pronto nos quedamos con que algo malo ocurre en el gobierno municipal de Huamantla.
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