La 4T y sus programas
Por Mario Díaz
La 4T y sus programas
-Política “primero los pobres” refuerza la marca del momento: AMLO-Morena
-Pensiones y apoyos federales polarizan la opinión pública
-Estados Unidos también distribuye dinero en beneficio de los que menos tienen
A PESAR de que los programas sociales del gobierno de la Cuarta Transformación han polarizado la opinión pública lo cierto es que, además de los beneficios a la economía familiar, se traducen en votos durante los procesos electorales.
La política de “primero los pobres” del presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR no es bien vista por los ciudadanos que tienen un estándar de vida de clase media, hacia arriba. Ese sector de la población considera que no se debe regalar el dinero público sino ofertar nuevas fuentes de empleo.
Obviamente, los millones de beneficiados argumentan que se trata de una mejor distribución de la riqueza orientada a los que menos tienen, adultos mayores o personas con discapacidades.
Ambas opiniones, por supuesto respetables, pero diametralmente opuestas y sin ningún punto medio o de concordancia. Donde la duda desaparece es en el alto porcentaje de ciudadanos que apoyan la política social lopezobradorista, contrastando con el número de opiniones que surgen de las clases media y alta.
La polarización tiene su origen en los programas Becas de Educación para el Bienestar Benito Juárez, Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores, Pensión para el Bienestar para las personas con Discapacidades, Programa Sembrando Vida y Programa de Apoyo a Niños y Niñas de Madres Trabajadoras.
Sin embargo, cabe señalar que algunas potencias mundiales que no comulgan con regímenes socialistas, como los Estados Unidos de Norteamérica, por ejemplo, tienen políticas sociales de apoyo a sus ciudadanos. Al igual que en México y la 4T, el tío Sam otorga pensiones a las personas mayores de 65 años de edad, además del beneficio de alimentos, salud y vivienda, por citar algunos casos concretos.
Sobra decir que parte de los recursos de apoyo provienen de los contribuyentes con ingresos mayores. Es decir, los ciudadanos que trabajan y que ganan altos salarios, prácticamente mantienen a quienes no tienen un ingreso para sobrevivir.
En consecuencia, sería debatible el tema relacionado con los programas de apoyo del gobierno de la Cuarta Transformación al cual algunas opiniones respetables lo comparan con Castro, Chávez o Maduro. Cabe señalar que, en México antes de la segunda alternancia política, ya existían las pensiones para adultos mayores, aunque eso sí, con valores muy por debajo del actual.
Veamos.
En 2018 la pensión para ese sector vulnerable de la población era de mil 160 pesos bimestrales; en 2019, la 4T lo incrementó a dos mil 550 pesos; y en 2020, la percepción fue de 2 mil 620 pesos. Posteriormente, en el primer semestre de 2021 (enero-junio), la pensión aumentó a 2 mil 700 pesos y en el segundo período (julio-diciembre) subió a 3 mil 100 pesos.
La proyección del gobierno Federal para 2022 en ese rubro es el incremento inmediato de la pensión bimestral a 3 mil 850 pesos, cantidad que se incrementará en un 20% anual hasta 2024. Al término de la actual administración del presidente LÓPEZ OBRADOR los adultos mayores de 65 años recibirán poco más de 6 mil pesos cada dos meses.
En 2021 se destinaron para ese fin 133 mil millones de pesos, resultando beneficiados 8.3 millones de ciudadanos. En el año que recién inició se habrán de incorporar al padrón 2 millones de personas.
Es evidente que, al margen de resultados electoreros, son millones de mexicanos los beneficiados con esa política social del gobierno de la Cuarta Transformación. Lógicamente, quienes reciben ese apoyo ven con buenos ojos y apoyan al presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR y al partido en el poder nacional.
Tan solo en H. Matamoros, Tamaulipas los programas sociales de la 4T benefician a alrededor de 80 mil ciudadanos lo que, traducidos en votos, brindan una amplia ventaja a los candidatos que Morena designe. Cuestión de recordar que en el pasado proceso electoral la candidata morenista a una diputación local, LETICIA SÁNCHEZ GUILLERMO, logró la reelección sin hacer campaña proselitista y, además, estar distanciada con el jefe político local, la dirigencia estatal y del propio Comité Ejecutivo Nacional.
Por lo tanto, la lectura lógica es que la legisladora que llegó por Morena y que se cambió a la bancada panista en el Congreso Local no ganó por méritos propios sino por el apoyo de la marca política del momento: AMLO-Morena.
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