La chaparrita berrinchuda
Por Alex Gómez
Pues no, no le dieron pero ni un contrato por horas a la chaparrita Minerva Hernández Ramos, quien emberrinchada, salió en un video publicado en su página de Facebook a decir que “luchará por los tlaxcaltecas desde otras trincheras”. (Ay ajá).
La senadora panista de pronto vio un atisbo de oportunidad para querer arrebatar la candidatura de la Coalición Unidos por Tlaxcala a la ex alcaldesa priista de la capital, Anabell Ávalos Zempoalteca.
En este mismo espacio, le decía a usted hace unos días (Aquí el enlace http://bit.ly/traicionPAN), del chantaje que pretendía la panista y ex perredista de exigir en posiciones, cargos y plazas, el 40% de la administración pública para respaldar a Anabell en la candidatura, pero no contaba con que sería frenada por su propia dirigencia nacional, quien, sin decirlo, reconoció la opinión negativa de la reputación de la panista.
Y es que, para aquellos que no se acuerdan, en 2010, cuando Minerva Hernández Ramos, fue candidata a la gubernatura de Tlaxcala por el PRD, al darse cuenta que no iba a ganar, fue con el candidato Mariano González Zarur del PRI, para venderle sus votos, pero éste la mandó por un tubo al sostenerle que con ella y sin ella, él iba a ser gobernador (Y así fue).
Tres días después de ese encuentro, la cúpula nacional perredista tomó conocimiento y una semana antes de la jornada electoral, obligaron a Minerva a declinar por Adriana Dávila Fernández, entonces candidata a la gubernatura por el PAN, hecho que fue repudiado por los perredistas, quienes otorgaron voto de castigo en favor del candidato priista para hacerlo gobernador.
El estigma de traición es lo que ha predominado en Minerva Hernández Ramos, a lo largo de su carrera política, el primero en recibir una puñalada por la espalda fue el Ex gobernador, Alfonso Abraham Sánchez Anaya al culminar su mandato, que, por cierto, lástima que no hubo una investigación de la administración de Minerva a su paso por la Secretaría de Finanzas, donde creció sin par su patrimonio, el de su inútil marido, el de su hermano Marcelo y hasta el de su compadre Alfredo Minor Corona. —Y no, no me lo contaron—.
El berrinche en las redes sociales de Minerva, nuevamente dan cuenta de lo fácil que una trepadora profesional puede hacer en su beneficio propio, trató de construir una estructura hace algún tiempo con el finado Rafael Moreno Valle, pero la historia dio un golpe de timón cuando falleció en un presunto “accidente” que aún deja más dudas que certezas.
Pero por lo pronto, la chaparrita berrinchuda, se quedará con las ganas de tomar nuevamente una rebanada del pastel gubernamental, en el que por supuesto, quiere volver a clavar los colmillos en la Secretaría de Finanzas o pegarle a la gubernatura junto a su compinche de siempre, Gilberto de León.
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