La nueva normalidad y los retos que enfrentan los candidatos políticos #Opinión #ColumnaInvitada @SaulCarreto2
Por Saul Carreto
A través de la historia, las campañas electorales han pasado por diferentes etapas de cambio. Al inicio, en las sociedades agrícolas las campañas servían como medios para que las masas de campesinos y jornaleros agrícolas canalizaran sus demandas apoyando a caudillos y líderes regionales. En las sociedades industriales, en cambio las campañas se caracterizaron por la movilización electoral de obreros, trabajadores agrícolas e integrantes de las clases medias, bajo esquemas populistas.
En la década de los ochenta, se dieron cambios en la economía y en la política de América Latina, así como la llegada de la revolución tecnológica, todo esto generó una nueva sociedad abocada en la información, las comunicaciones y el conocimiento.
Hoy en día la “nueva normalidad” ha obligado cambio de digitalizar las comunicaciones y las campañas electorales no son ajenas a este cambio, ya que en el presente proceso electoral muchos candidatos tendrán que usar las redes sociales como único recurso para exponer sus ideas, captar los votos y los más importante conectar con sus electores. Es decir, las campañas de estos tiempos han cambiado la forma de organizarse, financiarse, hacer proselitismo, y ni hablar la manera de comunicarse y movilizar al electorado.
Estos cambios son producto también de las transformaciones sociales surgidas por la llegada del COvid-19, que parece no tener fecha de despedida, y que ha convertido al ciudadano en experto en recibir y difundir información. Es un ciudadano más con más acceso a datos de los candidatos y con conocimientos sobre los aspectos político, lo cual es difícil de manipular, porque todo lo averigua en segundos por el celular.
Lo cual hace ver que los candidatos que quieran conectar con ese electorado y atravesar esos muros modernos de la tecnología deberán pensar en integrar a sus equipos a especialistas, comunicadores o equipos capaces usar una estrategia digital acorde al público objetivo, pero por sobre todas las cosas, capaces de comunicar mejor sus propuestas y conectar con sus electores.
En nuestro país, donde compiten el partido en el gobierno en turno Morena contra 4 partidos más, mientras que, en el estado de Tlaxcala, entran en competencias la Coalición “Unidos por Tlaxcala”, otros tantos más; los candidatos que integran las listas de dichas competencias no han demostrado un expertiz en el dominio de las Redes Sociales y mucho más lejana está la experiencia en el estilo que necesitan los otros medios de comunicación digital.
Un dato para tener en cuento es también el acceso a internet que la ciudadanía tiene y que la hace más hábil a la hora de averiguar sobre sus posibles representantes. Una encuesta realizada en el 2017 sobre disponibilidad y uso de tecnologías de la información en los hogares, elaborado por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), reveló que un poco más del 60.7 % de la población en zonas urbanas cuenta con acceso a internet y poco más del 45 % en zonas rurales.
Bajo este nuevo contexto que cabe preguntarse si aquí en el estado de Tlaxcala, ¿estaremos frente a candidatos preparados para enfrentar una nueva comunicación o será este un problema que terminará afectando los votantes a la hora de decidir por quienes votar?
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