La reforma judicial: El pilar de la hegemonía política de Morena
La reforma judicial y la eliminación de órganos autónomos: la clave gramsciana para consolidar la hegemonía de Morena.
La reciente aprobación de la reforma al Poder Judicial, respaldada en menos de 24 horas por 17 congresos estatales, marca un punto de referencia en el proyecto de transformación de Morena. Esta reforma no solo es un logro legislativo, sino una pieza fundamental en la construcción de la hegemonía política del partido. Al transformar las instituciones contrapesos del ejecutivo, Morena está asegurando su capacidad de gobernar no solo a través de las leyes, sino también mediante el consenso de amplios sectores sociales. Para entender este fenómeno, debemos recurrir a la teoría gramsciana de la hegemonía, que ofrece una visión profunda sobre cómo un proyecto político se convierte en dominante. El presidente Andrés Manuel López Obrador, quien leyó los Cuadernos de la cárcel de Antonio Gramsci durante su paso por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, ha aplicado estos principios en la praxis política de su gobierno.
Gramsci sostenía que la hegemonía no se refiere únicamente al control directo del Estado, sino a la capacidad de un grupo político para influir en las instituciones, la cultura y el sentido común de las masas. Morena ha sabido interpretar esta visión y aplicarla en su proyecto de la Cuarta Transformación. La reforma al Poder Judicial y la eliminación de órganos autónomos clave, como el Instituto Nacional de Transparencia (INAI) y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), son ejemplos de cómo el partido está reconfigurando las estructuras del poder no para que sean más eficientes, sino para que reflejen sus valores. Los postulados de "no mentir, no robar, no traicionar," junto con el lema "primero los pobres," son parte de una estructura cultural gramsciana que define la ética de Morena y legitima su proyecto ante el pueblo.
Gramsci señala que la hegemonía se consolida cuando las instituciones del Estado no solo responden a los intereses del grupo dominante, sino que son vistas por la sociedad como legítimas. La reforma judicial y la eliminación de órganos autónomos, en este sentido, no son simplemente medidas técnicas o administrativas, sino un proceso de reconfiguración institucional que garantiza que las estructuras del Estado estén alineadas con los principios de Morena. El lema "Morena es pueblo" se convierte en la base de esta transformación, buscando que en la narrativa las instituciones reflejen los intereses populares.
Morena ha puesto como uno de sus pilares fundamentales el lema "primero los pobres," que ha moldeado tanto su discurso como sus políticas públicas. Tanto la reforma judicial como la desaparición de órganos autónomos responden a esta visión, garantizando que las instituciones trabajen para el pueblo, esa es la fuerza de su narrativa.. Esta transformación es coherente con la concepción gramsciana de la hegemonía, en la que el Estado y la sociedad se integran en torno a una visión compartida. El Estado se reforma para servir mejor a los intereses de los desfavorecidos, del otro México, del pueblo, convirtiéndose en una herramienta de cambio profundo.
El concepto de "revolución pasiva" de Gramsci describe procesos de cambio que no se producen mediante la ruptura violenta, sino mediante una transformación gradual de las instituciones. La reforma judicial y la eliminación de órganos autónomos son ejemplos de esta revolución pasiva: un proceso de consolidación de la hegemonía política de Morena a través de la reconfiguración interna del Estado. Al eliminar órganos autónomos como el INAI y la CNDH, Morena no solo centraliza el poder, sino que asegura que las instituciones sean más funcionales y responden a su proyecto transformador.
López Obrador, consciente de la necesidad de transformar tanto la estructura como la superestructura del Estado, ha implementado estas reformas para garantizar que el aparato institucional esté alineado con los principios de la Cuarta Transformación. De esta forma, sigue los pasos de Gramsci, quien argumentaba que la hegemonía política se construye tanto desde el control de las instituciones como desde el dominio cultural y moral.
En la teoría gramsciana, el "sentido común" es el conjunto de creencias y valores aceptados por la sociedad. Desde su fundación, Morena ha trabajado para construir un nuevo sentido común en México, donde la justicia social, la lucha contra la corrupción y el bienestar de los más pobres son valores centrales. Los postulados de "no mentir, no robar, no traicionar" son más que simples lemas de campaña; son una base ética sobre la que se asienta el proyecto de Morena. Al reformar el Poder Judicial y eliminar los órganos autónomos, el partido está transformando el sentido común para garantizar que el Estado funcione en beneficio de la mayoría, en especial de los sectores más vulnerables, ese es el éxito de su narrativa.
Morena ha sabido posicionar en su narrativa, que las reformas son una respuesta legítima a la corrupción y los privilegios de las élites. En lugar de presentar las medidas como una centralización del poder, el partido las ha enmarcado como parte de un proyecto del pueblo, de justicia social y eficiencia estatal. Este cambio en el sentido común refuerza la percepción de que Morena gobierna en nombre del pueblo, consolidando así su hegemonía política.
Desde su nacimiento en 2014, Morena ha crecido de manera imparable, culminando con el triunfo avasallador de Claudia Sheinbaum en las elecciones presidenciales de 2024. Este ascenso es una muestra clara de cómo el partido ha pasado de ser un movimiento de resistencia a convertirse en el partido hegemónico en México. La reforma judicial y la eliminación de órganos autónomos son instrumentos clave en este proceso, ya que garantizan que las instituciones reflejen los valores de Morena y consoliden su control sobre el aparato estatal.
Gramsci sostiene que la hegemonía no solo se construye a través del control del Estado, sino también mediante el dominio cultural e ideológico. Morena ha comprendido esta lección, trabajando para que sus principios y valores no solo sean aceptados, sino aceptados por amplios sectores de la sociedad. En este sentido, la consolidación de la hegemonía de Morena es una transformación cultural que va más allá de la política tradicional. Al eliminar los órganos autónomos y reformar el Poder Judicial, el partido está asegurando que sus principios éticos de "no mentir, no robar, no traicionar" y "primero los pobres" se conviertan en el nuevo sentido común de México.
En este proceso de consolidación hegemónica, la resistencia política y social no ha desaparecido. Sin embargo, como diría Pablo Neruda, "podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera." Morena ha logrado lo que parecía imposible: transformar el presente y construir una hegemonía política que responde a los intereses de la mayoría. La primavera de la Cuarta Transformación ha llegado, y a pesar de los obstáculos, sigue avanzando. López Obrador ha sido claro en su objetivo: transformar las instituciones para que sirvan al pueblo, y cada paso en esta dirección refuerza el proyecto de la Cuarta Transformación.
Para concluir, la reforma al Poder Judicial y la eliminación de órganos autónomos son movimientos estratégicos en la consolidación de la hegemonía política de Morena. , Diseñados por López Obrador, a través de un enfoque gramsciano, podemos ver cómo estas reformas no son simples medidas técnicas, sino parte de un proceso más amplio de transformación cultural e institucional. Morena ha logrado que sus principios no solo guíen sus políticas, sino que definan el sentido común de la sociedad mexicana. Morena debemos interpretarlo que no solo está cambiando el presente; está construyendo un futuro donde la hegemonía política sea una realidad.
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