
La Sentencia de una Era: "El Mayo" Zambada se Declara Culpable y Sacude al Cártel de Sinaloa
Por Melchisedech D. Angulo Torres
BROOKLYN, NY – Ismael “El Mayo” Zambada, el último líder fundador del Cártel de Sinaloa, se declaró culpable este lunes ante un tribunal federal en Brooklyn, en una jugada legal que marca el ocaso de una era del narcotráfico. Este giro, que evita un juicio público prolongado, representa el epílogo de la carrera de un capo septuagenario y el detonante de una compleja reconfiguración del crimen organizado en América del Norte, con profundas repercusiones geopolíticas. La audiencia, presidida por el juez Brian Cogan, culmina intensas negociaciones que han sacudido los cimientos de su organización criminal.
El patriarca del narcotráfico, de 77 años, aceptó plenamente los cargos de conspiración bajo el Estatuto RICO y de dirigir una “Empresa Criminal Continua”, delitos que conllevan cadenas perpetuas. La clave del acuerdo radica en una crucial concesión de la Fiscalía de los Estados Unidos: la renuncia a solicitar la pena de muerte. Este elemento fue decisivo para que Zambada cambiara su declaración de “no culpable” a “culpable”, evitando así un proceso judicial que inevitablemente habría expuesto los entresijos más oscuros de su red y las alianzas que sostuvo durante décadas.
La detención de Zambada en julio de 2024 en un aeródromo privado en El Paso, Texas, fue el punto de inflexión. Lejos de ser una operación bilateral convencional, su captura estuvo envuelta en denuncias de un “secuestro orquestado” por la facción de Los Chapitos para consolidar su poder. Este evento ha desatado una sangrienta guerra interna en Sinaloa entre los leales a la vieja guardia de "El Mayo" y las fuerzas de los hijos de Joaquín "El Chapo" Guzmán, una ola de violencia que el gobierno federal mexicano ha trabajado sin descanso para contener.
Este incidente de alto perfil generó una grave tensión diplomática, con la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum exigiendo explicaciones a Washington por una presunta violación a la soberanía nacional. Sin embargo, la acción se enmarca en un escenario de creciente presión del gobierno de Donald Trump, que ha exigido resultados contundentes en la lucha contra los cárteles. La entrega de Zambada puede ser interpretada como un movimiento pragmático de México para desactivar una bomba de tiempo política y demostrar su compromiso inquebrantable con la seguridad regional.
Al aceptar los cargos, Zambada no solo admite su culpabilidad, sino que reconoce jurídicamente el liderazgo sostenido de una organización criminal transnacional. Su caso sigue el patrón establecido meses atrás por Ovidio Guzmán López, “El Ratón”, quien también optó por un “guilty plea”. Esta estrategia coordinada de la justicia estadounidense, que prioriza la cooperación sobre los juicios mediáticos y costosos, busca obtener inteligencia valiosa que podría desmantelar redes de corrupción en ambos lados de la frontera y desatar una ola de detenciones sin precedentes.
La declaración de culpabilidad de Ismael “El Mayo” Zambada es el fin de una era, pero también el inicio de una fase incierta. Su salida del tablero acelera la guerra interna en el Cártel de Sinaloa y pone a prueba la capacidad del Estado mexicano para contener la violencia que su sentencia ha ayudado a desatar. El silencio o las palabras de Zambada en los próximos meses definirán el futuro de la guerra contra el narcotráfico en América del Norte, resonando mucho más allá de una celda de máxima seguridad.
@_Melchisedech
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