Los Covarrubias “Los hermanos meones” a la carga
El 11 de julio pasado, alrededor de las 20:40 horas, en la localidad de Ocotlán, un ciudadano interceptó al director de la policía capitalina de Tlaxcala, para advertirle sobre un sujeto a bordo de una camioneta Avalanch que portaba un arma de fuego. El hecho en la calle San Pablo.
Una vez interceptada la camioneta, marca Chevrolet, color Negro (No hay muchas en la capital y menos en Ocotlán), resulta que quien la conducía era Arturo Covarrubias Cervantes, presidente municipal de Texoloc y hermano (claro) del diputado meón del Partido del Trabajo (PT), Miguel Ángel Covarrubias Cervantes.
Aunque desconozco si el méon Covarrubias acompañaba a su hermano, la parte oficial informa que Arturo, el meón 2, entregó una bolsa a su acompañante.
Tras todos estos hechos, el meón en su carácter histérico, se puso a grabar al director de la policía capitalina asumiendo el papel de víctima, papel que estuvo sobre actuado, al pedir a su hermano, el meón 2 —el que estaba armado— que grabara todo, mientras ocultaban la presunta arma que poseían.
Aquí hay que subrayar, que el plantón con bloqueo a la presidencia municipal de Tlaxcala en “protesta” de los meones, fue una sin razón, pretendiendo ocultar la posesión de un arma y la puesta en peligro de la vida de los policías capitalinos, toda vez que impidieron la revisión, como dice el dicho, “El que nada debe, nada teme” ¿No?.
Entonces la pregunta obligada es, por qué en su histeria, el diputado meón, se pone como loco a discutir con el oficial de policía y también, hay que decirlo, por protocolo, debería haber asumido que estaba armado y él mismo puso en riesgo su vida, allí debí haber habido una coordinación interpolicial para que se estableciera un operativo de aseguramiento y puesta a disposición de un ministerio público a hermanos Covarrubias Cervantes, los meones.
Total que en la intentona de llevar agua a su molino, el delicado diputado meón se fue a plantar un buen rato a la presidencia de Tlaxcala, obstaculizando la prestación de servicios a la comuna, como si se tratara de la presidencia de su pueblo, cree que puede disponer y hacer sus payasadas en la capital.
Si tuviera un mínimo de decencia y honorabilidad, hubiera cooperado con la autoridad, pero me queda claro, que Arturo Covarrubias, el hermano del meón, evidentemente ocultaba algo y por eso el altercado.
Pero también, queda claro, que Miguel Ángel Covarrubias, el diputado meón, amenaza con quererse candidatear para la presidencia municipal de la capital en 2024, hágame usted el favor.
Así que su plantón, ese que entorpeció y detuvo los trámites de los ciudadanos capitalinos, fue solamente un teatro para aparentar ser víctima y de manera impune, sacar a su hermano de la responsabilidad de la portación ilegal de un arma.
Esperemos que el ciudadano que fue amenazado proceda a hacer la denuncia correspondiente y las autoridades a la puesta a disposición a quien resulte responsable.
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