Morena y sus simulaciones, Anabell y la operación cicatriz pendiente
Desde el día lunes y hasta ayer miércoles, en redes sociales, grupos de whatsapp y de Facebook, se han escuchado las voces inconformes de Ana Lilia Rivera Rivera y Dulce María Silva Hernández, quienes han desconocido abiertamente los resultados de la mentada encuesta que el CEN de Morena realizó para designar al final como abanderada a Lorena Cuéllar Cisneros, quien ha sido señalada en repetidas ocasiones por actos de corrupción durante su estancia como delegada en Tlaxcala de la Secretaría del Bienestar, donde llenó lugares con incondicionales y testaferros rechazados del PRD, PRI y hasta del PAN, entre otros, menos morenistas.
Abortada es la candidatura de Lorena en la que los propios morenistas la detestan y la siguen acusando de interminables actos de perversión de los fines de los programas sociales federales de los que van desde el moche en Becas Benito Juárez y retención de hasta el 70% de los $3,500.00 del Jóvenes Construyendo el Futuro, pasando por la edificación de la Universidad Benito Juárez que se ubica en el municipio de Xaltocan que presenta graves rezagos y muy baja calidad en su construcción a cargo de su yerno, que dizque es empresario de la construcción.
La candidatura de Lorena apesta tanto a cloaca, que ya hasta su medio consentido le dio un puntapié en las asentaderas de manera mediática, al señalar la compra de su candidatura por 10 millones de pesos, que le entregó el líder del CEN de Morena, Mario Delgado, primero para ayudarle a ganar en la encuesta para presidir el partido y ahora para garantizarle la candidatura al gobierno de Tlaxcala.
¿Dónde quedó la máxima de no mentir, no robar y no traicionar que son los principios básicos de la Guía ética para la transformación que escribió personalmente Andrés Manuel?
Vaya pues la chapulina, que ha pasado por todos los partidos y ahora quiere pasarse a todos los tlaxcaltecas por donde mejor le parezca, con tal de cumplir su capricho de gobernar la entidad, pero algo es seguro, Lorena Cuéllar podrá abanderar la candidatura del partido del presidente López Obrador, pero ha minado desde el principio su triunfo al ofender, bocabajear, maltratar y subestimar a los morenistas de arraigo.
Analilistas, Silvistas y Molinistas, no respaldan la candidatura de Lorena, quien además se ha encargado de generar división, encono y rencor irreconciliable entre los militantes del partido que la hizo diputada federal y candidata.
Y hablando del agua y aceite, es que, gracias a López Obrador, se ha generado una gran coalición que sigue engrosando sus filas de manera sobreabundante para llevar al triunfo a Anabell Ávalos Zempoalteca a la silla de la primera magistratura de la entidad tlaxcalteca.
PRI, PAN, PRD, PAC y PS, son las principales siglas que estarán impulsando y soportando la candidatura de la alcaldesa capitalina con licencia definitiva al cargo, que tiene qué ocuparse cuanto antes de curar las heridas del proceso interno.
Y es que no ha habido un encuentro con los otros ex aspirantes de su partido para no dejar heridas abiertas, porque hasta donde sé, no se ha reunido en privado con el presidente del tricolor, Noé Rodríguez Roldán para coordinar e integrarlo en las acciones de estructura y planificación, como tampoco se ha reunido con integrantes de Florentino Domínguez Ordóñez, para también integrarlos a su equipo de campaña.
Trascendió que después de su registro el sábado pasado, Ávalos Zempoalteca se fue a comer al restaurante Mesón Taurino, donde estuvo con tres de sus principales allegados, pero no así con los liderazgos de sus más cercanos competidores.
Esa falta de tacto político de sus operadores, pueden convertirse en su talón de Aquiles si no es atendido cuanto antes.
Por cierto, que, en esta semana, se produjo una reunión muy interesante, en la que el titular del ejecutivo, Marco Mena, estuvo con la dirigencia estatal del partido en la que expresó que, para cuestiones del Gobierno, deberían entenderse con el titular de la Secretaría de Gobierno y para temas del partido, los priistas deberían entenderse con la delegada del CEN del PRI, por lo que dejó de lado al presidente del partido, Noé Rodríguez Roldán.
Allí estuvo también la ungida del tricolor y sólo faltó Profe Florentino Domínguez, quien por cierto se encuentra mejor de salud, aunque se recupera de a poco, ya fue sacado de la inconciencia médica a la que estaba sometido, después de que el COVID-19 lo tumbara al borde de la muerte.
Este tipo de mensajes dudo mucho que abonen a la integración de un cuerpo completo de campaña, de hecho, mete ruido porque tampoco se dijo si Noé va a formar parte de ese equipo de campaña de Anabell, como tampoco se sabe si la estructura política de Marco Mena va a integrarse con la estructura política de la candidata del PRI.
Esos llamados de unidad no pueden dejarlos solamente en una declaración mediática, Anabell tiene que trabajar en hilvanar todos esos retazos que están quedándose sueltos si es que quiere ganar la gubernatura, porque en la elección cada voto cuenta.
Pero también debe dejarse acompañar, cobijar y dejarse cobijar, asignar a labores especiales a quienes no abonan sin menospreciar, pero al mismo tiempo, no dejarlos sueltos.
Si alguien tiene prohibido cometer errores en esta campaña, es Anabell Ávalos, nada más está en juego la gubernatura y la consolidación de su proyecto de vida.
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