Nunca culpes a nadie #Opinión #LaDimensiónDelSabe
Por Alejandro Rivera
Autor: Pablo Neruda (12 Julio 1904 – 23 Septiembre 1973)
Reflexionemos un poco.
Nunca culpes a nadie, nunca te quejes de nada, ni de nadie.
Porque tú fundamentalmente tú, has hecho tu vida.
Acepta la responsabilidad de edificarte a ti mismo.
Y el valor, de acusarte en el fracaso para volver a empezar
corrigiéndote.
El triunfo del verdadero hombre, surgen de las cenizas del error.
Nunca te quejes de tu ambiente o de los te rodean.
Hay quienes en tu mismo ambiente supieron vencer.
Las circunstancias son buenas o malas según la voluntad
y la fuerza de tu corazón.
Aprende a convertir toda situación difícil, en un arma para triunfar.
No te quejes por la pobreza o por tu salud, o por tu suerte.
Enfréntalas con valor y acepta que de una u otra son el resultado
de los actos y la prueba que hace ganar.
No te quejes por la falta de dinero, porque abunda en muchísimas partes
No te amargues con tus propios fracasos ni se los cargues a otros.
Acéptate ahora, o siempre, seguirás justificándote como un niño.
Recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar, y que ninguno
es tan terrible, para claudicar.
Empieza ahora mismo, deja ya de engañarte, eres la causa de ti mismo, de tu
tristeza, de tu necesidad, de tu dolor, de tu fracaso.
Si tú has sido el ignorante, el vicioso, el irascible, el desobediente,
el irresponsable.
Tú y únicamente tú, y nadie pudo haberlo sido por ti.
La causa de tu presente es tu pasado, como la causa de tu futuro será tu presente.
Aprende de los fuertes, de los activos, de los audaces; imita a los valientes,
a los enérgicos, a los vencedores, a quienes vencieron a pesar de todo.
Piensa menos en tus problemas y más en tú trabajo, y tus problemas sin alimento,
Morirán.
Aprende a nacer nuevamente desde el dolor,
y ser más grande, que el más grande de los obstáculos.
Dentro de ti hay un hombre que todo puede hacerlo.
Mírate en el espejo de ti mismo, comienza a ser sincero contigo mismo,
reconócete por tú valor y por tu voluntad, y no por tú debilidad para justificarte.
Conociéndote a ti mismo, serás libre y fuerte, y dejarás de ser un títere de las circunstancias
Porque tú mismo, eres tú destino y nadie puede substituirte en la construcción de tu destino.
¡ Levántate !, mira la mañana llena de luz y fuerza, respira la luz del amanecer.
Tú eres parte de la fuerza de la vida.
Despiértate, camina, lucha, decídete y triunfa en la vida.
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