¿Por qué la verdad duele? #Opinión #LaDimensiónDelSaber
Por Alejandro Rivera
La sustancia más dolorosa de esta vida es la verdad, por el simple hecho de no contar con la suficiente valentía de enfrentarnos a nuestros propios errores; que si lo hiciéramos tendríamos mayores virtudes que hace la conciencia humana.
A través de los siglos, los seres humanos han buscado constantemente acaparar las excusas y para evadir la responsabilidad, pero solo ocasionan hundirse en el fracaso de un mundo llamado mentira.
Cuando nos pregunten que es la verdad, la respuesta es muy simple; la ausencia de la mentira.
¿Es acaso malo mentir?
Al mentir nos consume parte de nuestros valores, se acaban y se destrozan la fuerza para tener una vida longeva, el mentir nos encrudece nuestros sentimientos y caemos en el abismo que es muy difícil de salir de ese lugar; porque nos conforta estar libres de la responsabilidad y ser aceptados por una sociedad que ha crecido en esa mentira.
La negrura de la mentira nos ofrece el estar ciego, el no creer que podemos hacer las cosas como son; sino lo que nos favorece por un tiempo corto, y que al final solo veremos nuestra propia destrucción y a la que embarga toda nuestra alma hasta que llegar al punto final de nuestra vida llamada soledad.
Cuando iniciamos nuestra vida, ésta nos enseña que somos reales y verdaderamente únicos en el universo, esto es la auténtica verdad, pero con el espacio del tiempo nuestros semejantes nos orillan a ser como ellos, que no tienen ya la oportunidad de salir de ese abismo sin fondo.
Expreso algunos grandes filósofos de la verdad de aquellos tiempos que no surcaba la falsedad:
Aristóteles dijo: La única verdad es la realidad.
Sócrates dijo: La filosofía es la búsqueda de la verdad como medida de lo que hombre debe hacer y como norma para su conducta.
Mahatma Gandi dijo: Más vale ser vencido diciendo la verdad, que triunfar por la mentira.
Tú como un buen lector que me lees ¿Qué prefieres?:
Ser valiente y fuerte para enfrentarte a tus errores que te hacen más fuerte, o ser una escoria sin valor, sin dignidad, sin valentía ni fuerza que te alcance la agonía de una mentira perpetua que jamás saldrás de ella.
Piénsalo 2 veces muy bien antes de seguirte hundiendo como el famoso barco llamado “TITANIC”.
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