• Opinión

• Redacción
• 12 febrero 2022

Duras críticas se virtieron en las redes sociales en contra de la gobernadora de Tlaxcala, Lorena Cuellar Cisneros, después de que se filtraron fotografías en las que reinaugura un negocio del expresidente municipal de Zacatelco, Tomás Orea Albarrán, quien fue acusado de robo, corrupción, nepotismo, tráfico de influencias y hasta de haber pagado a la titular del Organo de Fiscalización superior del estado para aprobar sus cuentas públicas.

Y es que el hecho pareciera cobrar importancia mayor, cuando en redes sociales, alguien cuestionó la ausencia del actual alcalde del municipio de Zacatelco, Hildeberto Pérez Álvarez, de quien se dijo que no fue invitado al acto por tratarse de una persona non grata para el ex servidor público y para la gobernadora.

A puerta cerrada, la madrina Cuellar Cisneros estuvo —dicen— en varias sedes que hay del negocio de Orea Albarrán, todo ello además como “agradecimiento” al financiamiento y movilización del voto en las elecciones de 2021 que le dieron el triunfo en las urnas con la estafeta de Morena.

La duda que aún queda en los zacatelquenses es el tipo de negocios que podrían traerse entre manos la gobernadora y el ex alcalde.

Este sábado 12 de febrero que se ha producido el acto, en el desayuno ofrecido por Tomás Orea, el tema con la gobernadora es la presencia de ciudadanos de origen colombiano que se encuentran en la nómina municipal de Hildeberto Pérez Álvarez en Zacatelco y de las circunstancias de inseguridad originadas desde la alcaldía del también llamado “Cachorro”. ¿Será esa la causa por la que no lo invitaron a departir en la fiesta de Tomás Orea?. Al tiempo amigos.

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