Carta aclaratoria del periodista Rafael Segura sobre la nota de la diputada María Isabel Casas
Quizá usted amable lector que nos ha seguido y leído por 8 años, haya notado que en una parte de nuestro distintivo, hay una pequeña frase que es la que nos ha movido por todo este tiempo... “Con el poder de la verdad”...
Los medios de comunicación representan un no oficial “cuarto poder” sin embargo para nosotros, ese poder no representa nada y su único, verdadero y gran valor, debe ser la verdad.
Esto viene a colación, porque hace un par de días recibí una llamada en donde se me hacía una denuncia ciudadana en la que se acusaba que una de las diputadas locales de Tlaxcala había echado a la calle a su cuñada y a sus pequeñas sobrinas a la media noche de hace 10 días.
Hablar con esta persona me causó indignación y como muchos, pensé que era necesario buscar que se hiciera justicia, sobre todo porque esta persona acompañó su denuncia firmando un escrito en el que lo amparaba.
Más luego de hablar con ella encontré una inconsistencia, pues durante una entrevista que se le hizo mencionó que fue ella misma quien sacó sus cosas del lugar en el que vivía, por lo que la acusación que hacía de que había sido lanzada por la dipuitada, me pareció que era hecha con cierto dolo.
Nos narró también que sus vecinas hicieron “la vaquita” para pagarle los boletos del avión para poder regresar a su natal Chihuahua, que incluso me hizo buscarle un apoyo económico pensando en su necesidad.
Nunca dijo cual fue la causa real de tal hecho, pero debo decir que esto trascendió y por ello quiero comentar lo siguiente:
Aunque se nos dijo que sus vecinas le habían cooperado para comprarle los boletos, resulta que dichos boletos fueron comprados desde el estado de Chihuahua por parte de una de las hijas de quien la señora Susana dice es su esposo, quien pagó los boletos para que la señora pudiera regresar a su lugar de origen.
También hay un depósito de este señor que aún ya no estando con esta persona le enviaba periódicamente dinero para sus gastos y los de las niñas, que por cierto no son suyas, tal como consta en las actas de las mismas en donde solo es la señora quien las registró antes de comenzar la relación que tuvieron. Por lo que de ninguna manera son sobrinas de la diputada María Isabel Casas Menéses.
Se me dijo incluso que durante el tiempo que la señora estuvo viviendo en el municipio de Tepeyanco recibió constante atención por parte de la diputada quien estaba muy encariñada con las niñas.
Lamento decir que me equivoqué, que cometí el error de dejarme llevar por la primera versión que se me dio, que me equivoqué porque sentí coraje al creer que estaba ante una persona indefensa que había sido abusada y no dudar en creerle, me equivoqué al publicar antes de continuar investigando sobre los sucesos reales, aunque esto fue motivado porque esta señora saldría de viaje unas horas después y no había tiempo para hacerlo.
Lamento de verdad el que pudiera haber sido utilizado para el golpeteo a una persona aunque en ese momento solo tuviera la versión de una de las partes. Me equivoqué y lo acepto, pero esa pequeña frase “Con el poder de la verdad”, será una motivante para ir a fondo de este asunto y de haber sido utilizado, buscar por todos los medios posibles que las cosas sean justas y que la verdad siempre resplandezca.
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