Con apoyos récord al campo y sin huachicol acuífero: De la Peña Bernal - 1
Con apoyos récord al campo y sin huachicol acuífero: De la Peña Bernal

Con apoyos récord al campo y sin huachicol acuífero: De la Peña Bernal

El campo tlaxcalteca vive uno de los momentos más favorables de su historia reciente. Bajo la dirección del secretario de Impulso Agropecuario, José de Jesús de la Peña Bernal, el gobierno del estado consolidó incrementos inéditos en producción de maíz, apoyos directos a los productores, esquemas de precio de garantía fortalecidos y proyectos hidráulicos que transformarán miles de hectáreas. La instrucción —reiterada por la gobernadora y alineada a la política federal— es clara: que el beneficio llegue directamente a quienes trabajan la tierra, sin intermediarios ni distorsiones del mercado.

Tlaxcala produce hoy 208 mil 528 toneladas de maíz blanco, resultado de un año agrícola excepcional a nivel global y de apoyos focalizados que elevaron la productividad de forma histórica. Productores que antes obtenían 2 a 2.5 toneladas por hectárea, ahora alcanzaron 6 y hasta 7 toneladas, un salto agronómico que no tiene precedente reciente. Esta mejora coincide con el acompañamiento técnico en campo, supervisión directa del personal de la Secretaría y un proceso riguroso para evitar fraudes, simulación o proveedores corruptos que antes afectaban los programas.

El gobierno estatal destinó 95 millones de pesos exclusivamente para mejorar los ingresos del productor tlaxcalteca. Esto se suma al esquema conjunto con la Federación: 150 pesos de apoyo estatal por tonelada, más 850 pesos federales dentro del programa de precios de garantía. En total, 1,000 pesos adicionales por tonelada de maíz blanco, una cantidad que compensa la caída del precio internacional, afectado por el excedente de producción en Estados Unidos y la sobreoferta que inundó el mercado global.

De la Peña Bernal explicó que los grandes acaparadores estadounidenses generaron presiones a la baja en el precio mundial, afectando a regiones productoras como Tlaxcala. Sin embargo, en coordinación con la Secretaría de Agricultura federal, el estado organizó a productores y fortaleció los mecanismos para que el beneficio llegue directo al campo, evitando que los intermediarios “se llenen los bolsillos”, como señaló el funcionario.

Tlaxcala forma parte de los 16 estados que se sumaron al esquema ampliado de precios de garantía, lo que permitió estabilizar el ingreso del maicero y evitar pérdidas que, en otros ciclos, habrían sido inevitables. El secretario enfatizó que el apoyo no tiene fines electorales: “Queremos demostrarle a los productores que están creciendo por lo que se ha hecho en cuatro años, no por presiones ni uso político”, afirmó.

El crecimiento financiero del sector también refleja esta tendencia. En 2021 se ejercieron 130 millones de pesos, mientras que en 2025 la cifra asciende a 428 millones, y el próximo año alcanzará 460 millones, un aumento que triplica la inversión inicial del sexenio. A ello se suman programas especiales para productores de media hectárea hasta cinco hectáreas, enfocándose en pequeños agricultores y mujeres rurales, uno de los sectores más beneficiados en esta administración.

Otro avance clave es el hídrico. Según el secretario, Tlaxcala no enfrenta problemas de robo de agua ni huachicol de acuíferos, y la reforma nacional a la Ley de Aguas no afecta al estado, debido a sus características hidrográficas y a la operación de jaigueyes locales. El reto principal está en el campo: de los 856 jaigueyes existentes, 215 ya están siendo atendidos, y el gobierno proyecta llevar agua tratada entubada directamente a las parcelas, un giro técnico que reducirá costos, mejorará rendimientos y permitirá cultivos sostenibles en zonas que antes dependían de temporal.

De la Peña Bernal aseguró que “los productores están contentos con su gobierno”, y afirmó que existe evidencia fotográfica del acompañamiento constante, visitas de supervisión, entrega de insumos y validación de cultivos. El propio secretario realiza recorridos para verificar que quienes reciben apoyos realmente trabajen la tierra, evitando casos de solicitudes apócrifas o de beneficiarios que no poseen ni cultivan superficie agrícola.

A pesar de la caída en el precio internacional del maíz blanco y amarillo —registrada incluso en la bolsa de valores donde cotizan granos en Estados Unidos—, Tlaxcala logró blindar a sus productores. La combinación de apoyos estatales, precios de garantía federales, incremento en rendimiento por hectárea y fortalecimiento presupuestal del sector conforman un blindaje que permitió estabilidad en el ingreso y continuidad en la producción.

El secretario subrayó que este ha sido un año extraordinario para la producción mundial, lo que suele ser una mala noticia para pequeños agricultores debido al desplome de precios. Sin embargo, en Tlaxcala el resultado fue distinto: hubo cosechas abundantes, mejores ingresos y una estructura institucional que redujo abusos, intermediarios y pérdidas económicas.

Con 74 mil productores beneficiados, programas ampliados, una productividad que se triplicó en algunas regiones del estado, precios compensados y agua tratada en camino al campo, el gobierno estatal asegura que el campo tlaxcalteca vive una etapa de consolidación. El reto ahora es sostener esta curva de crecimiento, blindar a los pequeños productores y seguir fortaleciendo la cadena productiva, desde la semilla hasta la comercialización, bajo un modelo donde —por fin— el centro de la política pública es el agricultor.

 

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