Despojarse del fuero y de los programas sociales

Despojarse del fuero y de los programas sociales

Debe el proceso interno de Morena ser una confrontación de ideas, no confundir o impresionar a la gente con palabras engañosas 

 

Ejemplos de quienes  apuestan crecer su imagen aferradas a los programas sociales o a actividades en el Senado, incluso con la posibilidad de pagos desde ese poder a promotores de su imagen, son dos aspirantes que en Morena exhiben sendas prácticas antiéticas en lo que debería ser una contienda pareja, entre mujeres libres de otras actividades que no sean aprovechar para sí los reflectores del gobierno.

Sin embargo, a militantes y simpatizantes del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) ya no es sencillo confundirlos con propuestas dentro de un contexto de engañosos subsidios porque por ellas mismas son insuficientes para entablar un diálogo sincero y honesto con la gente.

Cuando la funcionaria federal dejó de serlo se le agotaron las ideas.

A quien usa al Senado como caja de resonancia puede ocurrirle algo parecido al despojarse de un fuero innecesario cuando lo requerido por hombres y mujeres tlaxcaltecas son personajes auténticos, accesibles, libres de la arrogancia que les asiste cuando se describen como parte de las grandes decisiones nacionales.

¿Dónde dejaron su identidad propia?, ¿se desmoronan sin el título de superdelegada o senadora?

Al campesino de Tlaxcala le interesan las ideas propias, realistas, solidarias y comprometidas de aquellas que buscan su confianza, no las imágenes infladas con recursos, ideas y conceptos, sin cuyo uso se diluyan como lo reflejan las encuestas.

Al ciudadano que a diario sortea problemas para llevar comida a su familia le interesa creer en alguien a quien entienda por su calidad humana y que le escuche con atención y compromiso, no a aquellos personajes con discursos ajenos, acompañados de muchos ceros o de términos complejos, propios del poder legislativo.

Quienes recurren a ese lenguaje temen que al mostrarse tal como son, personas comunes y corrientes, pierdan la única posibilidad de sentirse importantes para poder impresionar a militantes y simpatizantes morenistas.

Por eso el proceso interno del Movimiento que en breve dará pie a la encuesta para elegir a quien nos represente en la elección de junio de 2021, debe ser pareja, entre mujeres que respondan por ellas mismas sin la necesidad de cargar cuentas al área de Finanzas del Senado para pagar promotores, o hereden sus puestos a fieles tapaderas.

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