Mario Delgado intenta evadir responsabilidad por clara participación en la secta NXIVM
El presidente nacional de Morena, Mario Delgado, perteneció a la organización NXIVM de Keith Raniere, quien fue condenado a pasar 120 años de prisión por cargos de explotación sexual a menores y posesión de pornografía infantil.
Después de estos señalamientos aceptó que participó en diferentes cursos de gestión de liderazgo y éxito corporativo, pero que lo hizo engañado pues no conocía el trasfondo de la secta. Además aseguró que antes de su participación, varias figuras de la política, periodistas y lideres de opinión pertenecían a esta secta, sin embargo no mencionó nombres.
En el pasado juicio a Keith Raniere en la Corte Federal del distrito de Nueva York se mencionaron a Emiliano Salinas y Alejandro Betancourt como socios de alto rango de Raniere, quienes además, trajeron NXIVM a México sumando unos 18 mil alumnos a esta secta durante los 20 años que operó en el país.
Mario Delgado asegura haber participado en los cursos bajo engaños, más no dentro de la red criminal de sectas sexuales.
Se dieron a conocer en varios medios la existencia de copia de los recibos por los depósitos de 50 dólares que Delgado realizó durante seis meses en el 2016, como parte del acuerdo para pertenecer a la Sociedad de Protectores (SOP) una organización alterna de Executive Success Program (nombre de NXIVM en México), que en su plan de estudios resumía las enseñanzas de Raniere en torno a la virilidad y el control sobre las mujeres.
En el sitio web de esa Sociedad de Protectores (actualmente dado de baja) podía leerse que ayudaba a los “hombres a convertirse en miembros más poderosos e influyentes de la sociedad al brindarles herramientas y una red de hombres honorables para que los apoyen”.
Algunas de las ideas que Raniere impartía en SOP eran que “cuanto más fuerte es el hombre, más mujeres puede controlar”, “los hombres controlan al mundo y las mujeres están subordinadas a los hombres”, o “las mujeres actúan como princesas, pero cuando no escuchan lo que les gusta se convierten en bebes histéricos que no pueden manejar la verdad”.
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