Cinco claves para evitar la charlatanería en el Reiki

Cinco claves para evitar la charlatanería en el Reiki

El Reiki es la energía del amor, la armonía y la sanación. Resuena con los niveles elevados de la conciencia humana y nos guía hacia la salud y la felicidad

 


El método Usui de sanación mediante Reiki (Usui Reiki Ryoho) fue creado por Mikao Usui en 1922, facilitando así a toda la humanidad el manejo de la vibración alta de Reiki para vivir una vida de paz y gozo. El método o técnica se difundió en todo el mundo como Usui Reiki (transmisión de energía vital a través de la imposición de las manos). 


Angélica Mayen, miembro de GNR Japón, AGRHMadrid, Federación Española de Reiki y certificada por Colegio Usui Reiki Ryoho, comparte cinco claves para evitar la charlatanería en este tipo de terapia que puede ser presencial o a distancia (en este texto nos centraremos en la terapia presencial).

-Solicitar credenciales profesionales. Es importante identificar si el Reiki que vamos a recibir se refiere a Usui Reiki o bien es otro tipo de terapia a la cual le han puesto el nombre de Reiki. 
Una vez que sabes que es Usui Reiki y confirmes que quieres recibir este tratamiento es importante hacerlo con Reikistas certificados cuyos linajes sean claros y con quien te sientas afín. Evita tomar terapia con aquellos practicantes o maestros cuya formación fue en un día, por correspondencia, online, webinar o a distancia. Tampoco debemos escoger aquellos que no mantienen seguimiento, no prestan importancia a sentir o no la energía, y no tienen buena praxis. 


Hay muchas personas e instituciones o escuelas que ofrecen terapias de Reiki. Lo ideal es asistir con un experto en la materia, no alguien improvisado.


-Revisar limpieza del espacio. El lugar donde se da Reiki debe ser higiénico, lejos de distracciones y ruidos para que la terapia pueda llevarse a cabo sin dificultades.  En una sesión es posible estar sentado o acostado (esto va a depender de las condiciones físicas del paciente; por lo regular se da acostado). El paciente se pone cómodo en un ambiente tranquilo, mientras el maestro de Reiki posa sus manos en distintas zonas de su cuerpo. Hay doce posiciones de manos, se empieza por la cabeza (nuca) y se termina con las plantas de los pies, reequilibrando todos los centros de energía. Durante la sesión, es habitual cerrar los ojos porque es normal que el paciente se quede dormido o entre en una profunda relajación.

 También puede tener una frazada o manta por si le da frío. El tratamiento se realiza a través de la mirada, el soplo, la caricia y la imposición de manos, sobre el área afectada. Es la puerta de entrada, un camino donde se busca la evolución espiritual, un camino hacia la salud y felicidad.


-¡No te desvistas! El Reiki es una imposición de manos que no se infringe en las partes íntimas de la persona. Por lo tanto, no es necesario quitarse la ropa. Cuando se da terapia a un menor de edad debe estar presente algunos de los padres o tutor.


-Ojo. Antes de empezar una sesión, debes tener en cuenta que el Reiki no sustituye a ningún tratamiento médico. Sin embargo, es compatible con la mayoría de las terapias, tratamientos o medicación que estés siguiendo. 


Por otra parte, considera que el Reikista no está entrenado para dar ningún diagnóstico o pronóstico: es fundamental consultar a un especialista en el área de la salud. Asimismo, es importante que el paciente indique a su médico que está tomando un tratamiento alternativo como reiki.  Reiki ayuda en todo proceso, incluso para el bien morir, ya que eleva nuestra conciencia y nos guía hacia un estado de armonía y paz. 


-Ante todo, compasión. Durante el desarrollo de la práctica de Reiki tiene que existir una fuerte intención espiritual. Si se hace de manera egoísta, solo por los beneficios económicos o para tener control sobre otras personas, entonces será muy difícil canalizar la energía y hacer que funcione. El Reiki requiere un corazón compasivo que esté enteramente enfocado en ayudar a otras personas.
 

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