Ana Lilia arrastra una sombra y es azul
Hoy tuve el gusto de saludar a la senadora Ana Lilia Rivera Rivera que ofreció un desayuno a representantes de los medios de comunicación para agradecerles la cobertura informativa que le han acompañado a lo largo de este año, en céntrico hotel de la capital que se vio desbordado por completo, la verdad yo le llamaría inauguración de la carrera rumbo al 2027.
Aunque no fui invitado, requerido o llamado, a mi nadie me dijo que no fuera y pues allí estuve, departiendo con los colegas y con la benefactora que nos llenó la panza hoy por la mañana con una deliciosa sábana de res asada, un nopalito, un chile jalapeño, frijolitos refritos y queso panela, suficiente café, pan, jugo de naranja y un poco de fruta.
Allí, la anfitriona al hacer uso de la voz dijo que no se trataba de una conferencia de prensa sino de un convite pues.
Y de cualquier manera nos habló del reconocimiento que le entregaron en la ONU por su férrea promoción del metepantle como círculo virtuoso de regeneración de ecosistemas con un anclaje cultural y nativo de Tlaxcala, del cual no les voy a hablar aquí en la columna, pero si quieren ver la entrevista donde ella lo explica aquí les dejo el enlace del canal de YouTube de Grupo Monitor.
Pues bien, aunque la senadora no lo dijo, sí fue para mí (evidentemente) notoria la nueva imagen gráfica de la senadora que me trajo de inmediato a la memoria otras dos políticas que han usado los mismos símbolos que ella en esta nueva identidad gráfica que arrastra una sombra albiazul:
Josefina Vázquez Mota y Minerva Hernández Ramos.
Y es que la tipografía denominada Harabara, popularizada en 2012 para la campaña a la presidencia de la República con Josefina Vázquez Mota por el PAN, en esa misma época Minerva Hernández Ramos hizo campaña para diputada federal del distrito III de Tlaxcala también bajo las siglas del PAN.
2 años antes, cuando fue candidata a la gubernatura por el PRD en 2010, había declinado había en favor de otra panista, Adriana Dávila, hecho que les costó el repudio social a las 2 y ni Minerva ni Adriana gobernaron Tlaxcala, sino que el voto de castigo del PRD hizo gobernador a Mariano González Zarur.
Pero aquí el tema central además de la traición al PRD o de ser ave de mal agüero para la panista en 2010, llama la atención fuertemente su presencia en las filas de la senadora Ana Lilia Rivera una política como Minerva Hernández Ramos que se ha convertido en una chapulina de los partidos políticos.
En la pasada contienda fue candidata del PRI, PAN y PRD, se le olvidó que menospreciaba en cada oportunidad a la senadora Anabell Ávalos Zempoalteca y hasta se dejaba levantar la mano en actos de campaña, simulando como siempre y abonando en nada más que para su propio beneficio.
Hoy, la imagen gráfica de la senadora Ana Lilia, es una copia armada con retazos de todo lo viejo y perdedor de las campañas panistas.
La tipografía, el corazón y hasta la estructura del nombre en grande y el cargo abajo en formato de pirámide invertida, es la misma vieja fórmula que se formó en aquella época y se enamoró de esa composición.
Pero se le olvidó a Minerva y a su diseñador, que esta campaña de reposicionamiento de la senadora no es panista, sino morenista.
Y lo peor de todo es la presencia de alguien que siempre fue parte del sistema que Morena ha criticado tan fuertemente, defensora del calderonismo y del morenovallismo de “sangre azul” como se autodenominaban.
No quisiera decirlo, pero nomás quiero recordar de la puñalada que le dio al exgobernador Alfonso Sánchez Anaya al finalizar su mandato en 2004, cuando este le dio la oportunidad de ser secretaria de finanzas de su administración, desde donde financió la salida de millones de pesos para las empresas de publicidad de su hermano Marcelo Hernández Ramos y su compadre Alfredo Joel Minor Corona.
Si la senadora Ana Lilia Rivera cree en el poder de las estructuras minervistas, la están engañando como lo hicieron con esa imagen gráfica tan brutalmente adaptada del azul celeste al guinda de Morena.
Minerva Hernández Ramos no ha ganado elecciones porque al estado de Tlaxcala, a los capitalinos y a los mexicanos, no se nos olvida que, gracias a sus misceláneas fiscales, el pago de impuestos se endureció desde que fue diputada federal y senadora, siempre brincando como chapulina pluri entre una y otra cámara. 18 años nos ha costado a los mexicanos mantenerla en las cámaras jodiendo la economía de todos los mexicanos más otros 6 en el gobierno de Tlaxcala.
En 2021 los capitalinos no la quisimos de presidenta municipal ¿Qué le hace creer que nos gustaría verla en Morena y en el equipo de la Senadora?
¿No será que la chamba de Minerva es la derrota de la senadora?
Alguien, le quiere ver la cara a la senadora Ana Lilia Rivera Rivera, es a ella a quien le corresponde enmendar errores en las infiltraciones a su equipo por arribistas que sólo buscan beneficio propio, que han pertenecido a la esfera del poder del calderonismo, de un partido que ha sido foco de toda la atención derivada de la inseguridad de décadas que se reclama desde Palacio Nacional.
Ni la presidenta Claudia Sheinbaum ni tampoco la lideresa nacional de Morena, Luisa María Alcalde verán con buenos ojos que Minerva Hernández Ramos esté en las filas de la senadora, los morenistas tlaxcaltecas no estarían de acuerdo y ella, en la carrera por la gubernatura de 2027 que hoy inauguró, no se lo puede permitir.
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