¡Imperdible! El Mundo Prehispánico para Gente con Prisa de @Cuauhtemoc_1521, #Opinión #SinReservas @AlexGomezMX
Un libro que no puede faltar en tu biblioteca, tanto física como virtual, es sin duda este, de Enrique Ortíz, que, con una prosa recubierta de novela histórica, nos detalla de manera envolvente la atmósfera de aquella época en la que nos ofrenda su muy particular percepción histórica de la gran Tenochtitlán.
EL libro nos narra varios pasajes y sitios en los que se desarrolla un testimonial impersonal de gran visión pragmática contextual de las jerarquías sociales, que incluso nos hacen rememorar los momentos en los que los nahuas asistían al espacio sagrado del tianquiztli, tianguis, mercado, pues, que, en el documento, nos explora el de Tlatelolco, uno de los más importantes de Mesoamérica y fundamental para el funcionamiento de la gran Tenochtitlán.
Sin querer aparentar algo que no soy evidentemente, mi comentario sobre esta gran obra, como muchas que he tenido oportunidad de leer del gran maestro Enrique Ortíz, puedo asegurarles que pocas inversiones son tan rentables como la adquisición de esta obra literaria de gran riqueza cultural.
EL Mundo Prehispánico para Gente con Prisa, nos ejemplifica entre las curiosidades (que no dejan de maravillarme) cuánto pagabas por una calabaza (4 semillas de cacao) o bien, por una liebre de buen peso, llegaban a pagar 100 semillas de cacao. Antes el dinero sí se daba en los árboles. Aunque no era la única moneda.
¿Imaginas los aguacates de aquella época? Ehhhhh, ¡Son igualitos a los de hoy en día!, pero vamos, los alimentos mesoamericanos para el mundo marcaron una gran diferencia que influye hasta las comidas internacionales que disfrutamos todos, como la salsa de tomate rojo (jitomate) con la que se preparan las pastas italianas, que tienen su origen precolombino y que por supuesto, son una joya gastronómica que la gran mayoría amamos.
¿O qué me dicen de la vainilla? O el mundialmente amado chocolate, pero sin que se quede ni un poquito rezagado el pulque, también llamado bebida de los dioses.
La gastronomía prehispánica, que gozamos incluso hoy en día, tenía un fuertísimo arraigo en el maíz, como los tamales, exquisitez gastronómica que a la fecha sigue alegrando nuestras fiestas y gloriosos desayunos de asequible precio, pero en aquella época, serán denominados bocadillos para los dioses de la lluvia.
Yo no sé ustedes, pero saber que los ingredientes de los tamales en aquella época llevaban conejo, tuza, ajolotes u otros elementos así, me llenan de curiosidad, pero al mismo tiempo, de la gran organización social que implicaba el estrechamiento social durante su preparación antes de las celebraciones.
Les invito a adquirir el eBook El Mundo Prehispánico para Gente con Prisa de Enrique Ortíz de en sus aplicaciones para iOS o Android.
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