“La importancia de llamarse honesto”
Desde pequeño, con palabras y hechos me enseñaron en casa que la honestidad es un atributo personal cuyo valor moral atiende a entablar relaciones interpersonales basadas en la confianza, probidad, sinceridad y respeto mutuo.
Quien demuestra tal cualidad, no sólo honra su origen sino a la decencia, el pudor, la dignidad, la sinceridad, la justicia, la rectitud, la honradez y la congruencia en su forma de ser y actuar.
Siempre será un motivo de alegría conocer a una persona que se conduzca de manera honesta y exhiba en sus acciones a una persona equilibrada en sus valores e intereses apegado a un actuar recto, probo y honrado.
Sin duda que es un privilegio compartir con alguien cuyo código de vida sea congruente con sus manifestaciones sociales como íntimas.
¿Conoces a alguien así? … ¿tú lo eres?
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