• Opinión

• Redacción
• 04 abril 2021

Por Hiram Benítez Ríos 

Tlaxcala, lugar que se distingue por su tradicionalismo cultural, su genuina voz que impacta desde su pasado; una vida significativa para los estados circunvecinos. Así, se describe lo radiante que proclama un destello de secretos en sus pasillos y colonias importantes para un estado joven.

Tlaxcala Cuna de la Nación…

Ha logrado por décadas clarificar en su maravilloso deseo de conocer tierras Tlaxcaltecas; porque a menudo la realización de sus promesas provoca un aliento que describe de manera especial; que las condiciones resulten un binomio de  acompañamiento bajo una decisión de caballerosidad, deslumbrando en cada paso registrado por la historia moderna y colonial, indiscutiblemente la belleza de Tlaxcala.

Un estado que sencillamente  representa para el turismo local, nacional e internacional la promesa auténtica de conocer y disfrutar lo agradable de sus 60 Municipios.

 Así lo cotidiano reviste una magia ancestral dónde se busca una singularidad contrario respecto al proceso electoral. Un escenario que a menudo se convierte en la manifestación para unas elecciones con ese panorama distinto, una tónica de oportunidades que enarbolan el juramento de convivencia pacífica.

“No siempre los momentos suscriben en su presente la razón de comprender en su eco religioso su mejor expresión para la noble circunstancia electoral“.

Para este 2021 la celebración electoral percibe un complicado panorama que desajusta las inercias de un pasado que deslumbra su primer ejemplar en ambiciones personales y seguramente los arranques de campaña para la gubernatura de Tlaxcala; quedará a la medida espeluznante del propio mandato sin éxito por MORENA en Tlaxcala.

No sé requiere de lupas o artefacto que se utilicen en descubrir que los escenarios más violentos fueron reutilizados desde él propio Comité Ejecutivo Nacional; para descargar la varita mágica y en pocas horas; cuando las emociones estaban en su mejor momento ¡oh! la odisea descargo la abrupta realidad dejando en la lona a los verdaderos liderazgos fuera de una encuesta echa a la medida.

Por fin la seducción logro incentivar  un mito humanista con la clarísima intensión de favorecer a los peones de la candidata al Gobierno de Tlaxcala; Lorena Cuéllar Cisneros en su capítulo ¡la Cuarta Transformación!.

Se desmarca entonces, lo apetitoso de una salvedad misteriosa para elegir a quiénes jamás han pertenecido al partido qué, con la victoria en 2018, momentos previos al arranque de campañas en la tierra del esfuerzo… se pierda un origen de lealtad al compromiso pactado por los verdaderos liderazgos para un partido MORENA sin concebir con estos actos descifrar que acariciar la frescura de una Victoria se convierta para este 6 de Junio en la nominada “ Candidata sin Poder Ciudadano “

Dos contrastes inmediatos para una realidad que desde el 23 de marzo a la fecha, se convirtió en ese momento de amargura recordando la famosísima frase célebre del Ex Mandatario Vicente Fox  «Hoy» la historia en tierra de guerreros se convierte en ese fondo de ambiciones, engaños y deslealtad.

La decadencia por contribuir a un mercado de posibilidades reales representa para una sociedad lastimada por un receptor de muerte y contagio promoviendo en la falsedad de una candidata en su expresión inversa “Mentir, traicionar y robarle a las familias tlaxcaltecas solo dejó sembrado la posibilidad de NO saber que los grandes atributos presidenciales estaban aún en la cima del éxito».

Efectivamente las circunstancias no deben ocasionar en su estímulo emocional los efectos nocivos de una gravedad en su primer episodio electoral. Qué verdad inusual utilizada por seres humanos anteponiendo cualquier experiencia retomada por su pasado; sean las voces equivocadas de querer gobernar.

Lo cierto describe sin la metáfora que alumbre su desequilibrio haberse arrebatado a ellos mismos su mejor testimonio de vida.

Se habla de Unidad cuando la mezcla auténtica de sus ideologías y convicción partidista no les ha permitido alcanzar una «Zona básica de reconocimiento ciudadano“.

Es un mucho hablar de las condiciones para la nueva realidad electoral y en su alcance inmediato suministrar iniciativas  contrarias al tradicional ejercicio democrático. Es un claro ejercicio del poder cruel y desafiante sin la racionalidad, cuándo en su peregrinar las propias razones de buscar simpatía; la última palabra se convierta en la máxima condición para revertir a través de una encuesta y modificar para un 202, la estocada a un mito por encima de la soberanía nacional.