Sorpresa
Existe una especie de complot interno en la presidencia municipal de Huamantla, que hace que la opinión pública centre su atención en los yerros y no en los aciertos de este gobierno local.
El más reciente: el cese de trabajadores sindicalizados en un hecho por demás inaudito y temerario.
Quien esto escribe, quiso comparar los posicionamientos, tanto de la presidencia municipal como de los trabajadores sindicalizados. Pero, ¡oh, sorpresa!, en sus páginas oficiales, el gobierno local ha borrado las evidencias.
Un yerro más a una administración incapaz, novata y ahora, insensible.
Dicen los trabajadores de base: “no cuenta con la legalidad correspondiente para efectuar lo antes mencionado”; sólo falta conocer si la Junta Local de Conciliación y Arbitraje tuvo conocimiento previo de la medida y si actuará conforme a derecho.
Según la postura oficial, el recorte de personal obedece a problemas de liquidez, pero en contraparte, los trabajadores argumentan que el municipio cuenta con los recursos suficientes en la partida 1000 del presupuesto de egresos del ayuntamiento de Huamantla.
Desde su óptica, los empleados desconocen los criterios empleados para la baja laboral de muchos de ellos; pues los hay quienes tienen menos de cinco años, pero también quienes llevan toda una vida laborando para la presidencia municipal.
El movimiento, más mediático que político o administrativo, se le puede revertir al gobierno que representa Salvador Santos Cedillo.
Ya lo veremos en los siguientes días, pues en lo administrativo empezarán a brotar los resultados de esta medida impensada. Baste recordar que el cese de relaciones laborales implica el finiquito de cada trabajador y este puede superar con creces, en pesos y centavos, lo presupuestado por las autoridades.
Falta conocer las acciones que emprenda el Sindicato 7 de Mayo, que iniciará el fortalecimiento de su postura frente a un embate que puede tener alcances en la administración estatal.
Y falta resolver un tema delicado como la violación a los derechos humanos de los trabajadores, quienes fueron tratados, según consta en diversos videos, con menosprecio.
Es indispensable tener presente que no se trata de tomar partido por los trabajadores o por el gobierno local. Se trata de un asunto de legalidad.
Lo dicen los propios trabajadores, en la toma de decisiones de la actual administración, falta madurez política, está ausente la experiencia para casos como este.
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